Héctor, Jaime y Emilse, las peores cartas del PRI

Pocos días antes de que el PRI Hidalgo designara a sus precandidatos a diputados federales brotó el rechazo y asombro por los nombres de los elegidos que durante sus encargos anteriores cultivaron una pésima reputación y un sucio historial.

HÉCTOR PEDRAZA OLGUÍN

Iniciemos con el exsubsecretario de Atención a Comunidades Marginadas e Indígenas, que durante su breve periodo en la administración estatal no realizó ningún trabajo pero sí se dedicó a recorrer municipios para dar su discurso ante la ciudadanía y emitir boletines de prensa.

Por supuesto que no perdió oportunidad para salir con su esposa Erika Rodríguez a las convenciones del PRI, y por natural consecuencia, se hizo acreedor de la cercanía de Leoncio Pineda Godos, presidente del CDE PRI Hidalgo.

En sus encargos como legislador federal y local fue conocido por su gusto por armar convivencias que duraban hasta altas horas de la noche pero que nunca desembocaron en siquiera una gestión, ya que Pedraza Olguín sabe generar publicidad sin trabajo, a la par de jugosas ganancias.

Por cierto, sus colaboradores siguen frecuentando las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Social, lo que hace pensar en diversas hipótesis pero ninguna con la autorización del Ejecutivo del estado.

JAIME GALINDO UGALDE

El exdelegado federal de la CONAFOR destacó en medios locales por su inexistente trabajo y desconocimiento del tema; falta de organización en la dependencia y su agenda; sus excesivas convivencias amenizadas con alcohol, sobre todo en la Sierra y la Huasteca; las turbias relaciones personales al interior de la delegación, y por supuesto los millonarios recursos de casi 5 años que nunca se vieron reflejados ni se han conocido beneficiarios.

Sin embargo, esta situación no es nueva para Galindo Ugalde, quien durante su período como alcalde de Actopan trabajó exactamente igual, al grado de hacerse famoso por pasar mayor tiempo en lugares de recreación ubicados a orillas de la cabecera municipal donde, se cuenta, no sólo era consumidor sino que también era acompañado por mujeres jóvenes mientras encabezaba los juegos de azar.

Como si no fuera suficiente, Jaime Galindo destacó por ser el presidente municipal con el cual Actopan se convirtió en foco rojo, apareciendo por primera vez, según se presume, grupos de delincuencia organizada que se ubican en las zonas no habitadas, como las faldas de los cerros, y que convirtieron en peligroso el libre tránsito.

Lógicamente esto llevó a que el cuerpo de policías municipales se viera infestado de corrupción y otros males, por lo que fueron denunciados por graves delitos que los ubicaban como el grupo extorsionador de la región.

Como si de una narración satírica se tratara, Jaime Galindo Ugalde también estuvo a punto de pisar la prisión debido a que durante su administración municipal se desaparecieron millones de pesos que lo ubicaron en la terna de los mayores desfalcos, pero que gracias a sus “influencias” no existieron consecuencias jurídicas en su contra.

Finalmente, Jaime Galindo es amigo cercano de Onésimo Serrano “El Delegaitor”, quien al parecer se ha comprometido a movilizar la SEDATU en favor del precandidato, por lo que sin lugar a dudas darán mucho de qué hablar en próximos días.

EMILSE MIRANDA MUNIVE

En el caso de la segunda peor diputada federal de la Legislatura LXII, era de conocimiento público su falta de preparación académica, que además se refleja en sus discursos, lo cual le ganó el apodo de “La Jenny Rivera del PRI”, o por lo menos así se le conocía durante su estadía como secretaria general del CDE.

Al igual que los anteriores, cada día se superan los dichos sobre la candidata, que la sitúan como una mujer cuyo único mérito ha sido la cercanía con diversos personajes de la política.

Emilse Miranda tiende a organizar fiestas privadas, sobre todo en sus casas ubicadas en San Bartolo Tutotepec y en Pachuca donde, se cuenta, ha asistido la mayoría de actores políticos de la región por la que hoy contiende, al igual que en su momento fueron asiduos concurrentes Francisco Olvera Ruiz y Ricardo Crespo Arroyo, a quienes les informaba puntualmente sobre conductas y dichos de otros actores políticos.

Miranda Munive cuida su apariencia en forma excesiva, al grado de gastar grandes cantidades en tratamientos para la piel y el cuerpo, según se cuenta.

Entre las peculiaridades de Emilse Miranda se encuentran que jamás ha trascendido por logro alguno, pero siempre ha sido bien acomodada por sus vínculos que comenzaron con Gerardo Sosa Castelán.