Ayer, este espacio hizo referencia a la “Operación Cantina” encabezada por Rodolfo Hinojosa Fernández en favor de un grupo político, lo que inmediatamente arrojó mil hipótesis sobre la procedencia o intención de dicha información, generándose cientos de rumores y posibilidades.
La respuesta es sencilla: la crítica no es al trabajo del médico Luis Jaime Osorio Chong ni a su trayectoria, y tampoco se pone en duda su liderazgo, al contrario: se ha mencionado constantemente como un aspirante fuerte y consolidado a la gubernatura.
La crítica es a Rodolfo Hinojosa Ferández tal como en algún momento lo fue para Onésimo Serrano González por su tendencia a la política cantinera, su falta de sensibilidad, su mala imagen, su despotismo, su carencia de liderazgo y su proclive carácter a engendrar rumores sobre corrupción.
Mismo señalamiento que se ha hecho sobre las regidoras priistas de Pachuca que ocultan su declaración patrimonial, mientras se escucha en pasillos y rincones la cantidad de propiedades que están adquiriendo, siendo un misterio la procedencia de los recursos utilizados para dichas tareas.
Tal como se ha aclarado en anteriores ocasiones, en este caso en particular se puede decir que el señalamiento es al mal trabajo de los malos integrantes de un grupo, no al jefe político del mismo; el trabajo de ciertos personajes es precario, además de su mala imagen.
Así que si dichos personajes ya están “suplicando” a sus jefes clemencia por tratarse de una “guerra sucia” contra ellos, es mentira: su trabajo es malo y su presencia incómoda, eso es todo.