Ayer se dieron dos golpes rotundos al grupo olverista: la sentencia para quitar las notarías que regaló a sus amigos antes de irse mediante un fraudulento proceso de selección, y la firma de un convenio entre el gobierno de Hidalgo y Pemex para combatir al huachicoleo sin tolerancia alguna.
Con estos golpes, el gobernador Omar Fayad Meneses refrenda su discurso contra la corrupción y la cero tolerancia a actos delictivos durante su sexenio, con lo que se espera un alza colosal en su aceptación con la ciudadanía, que de por sí ya es mucha, pues no se puede olvidar que pese a los trabajos en su contra en 2016 por parte de los olveristas, él llegó a gobernador con el apoyo del pueblo.
El titular del Ejecutivo ha ratificado con acciones que retirará cualquier apoyo a aquellos corruptos que arribaron sin méritos a las notarías, lo que habla de congruencia en el discurso político y que equivale a su muestra de apoyo a José Antonio Meade, pues con este golpe respalda su apoyo al candidato que no ha sido manchado por la corrupción.
Por otro lado, el tema del huachicoleo ha causado gran preocupación entre la ciudadanía, además de hechos violentos, pero la respuesta del gobernador ha sido inmediata, comprometiendo al propio Pemex a combatir los crímenes, y de nuevo logra la mejor propaganda electoral para sus candidatos, además de un boquete enorme en las finanzas del grupo olverista.
Es así como la diputación federal de Citlali Jaramillo está casi asegurada con la buena imagen del gobernador Omar Fayad Meneses, y servirá de prueba fehaciente de la aceptación de su mandato, así como de la fidelidad del municipio que gobernó.
Una vez más el grupo político de la Plaza Juárez demuestra con hechos su fuerza y capital político, que pese a los intentos de sabotaje mantiene firme el timón contra la corrupción.