El PRI tuvo en la elección del domingo pasado una de las victorias más fuertes de su historia en Hidalgo y un regreso fuerte como partido victorioso. Así lo dicen los números, pues de acuerdo al programa “Preliminares Hidalgo 2020”, tiene la victoria en 32 municipios, esto se traduce en que el tricolor gobernará a 1,285,500 personas; además, tiene la posibilidad de ganar otros tres municipios que peleará conforme a derecho, de ser así, 35 alcaldías serán priistas.
No es cosa menor si se ve que en 2016 las alcaldías ganadas fueron 16, por lo que este año el crecimiento del PRI fue del 100 por ciento, en un momento en que varios agoreros ya compraban flores para sepultarlo. No es extraño que muchos se pregunten cómo le hicieron los tricolores para vencer, cuál es su secreto para este retorno del Hades, mundo griego de los muertos, o del Mictlán azteca, la tierra de las sombras, de los que fueron y ya no son.
Y todo indica que sí tienen su secreto, o sus secretos, para ganar. El primero, y que invocan con orgullo, es tener al mejor gobernador de México, así calificado por encuestas nacionales, en la persona de Omar Fayad, que les da la autoridad para decir que quieren el poder porque saben qué hacer con él en el servicio a la sociedad. Ese es un as que no todos tienen como aliados en su lucha por el poder, y vaya que si contó para esta elección en el ánimo popular.
El otro resorte para ganar fue el buen trabajo de la dirigencia de Erika Rodríguez y Julio Valera, quienes diseñaron un programa de trabajo a largo plazo con el que lograron, sobre todo, la unidad de los priistas y algo que ya parecía una ley no escrita, que era la entrega de candidaturas a grupos y personajes poderosos del partido, que las exigían para su parcela de poder.
Los líderes priistas lograron algo difícil al tomar la decisión de “FUERA MANOTAS”, para que el partido determinara, con real representación de la causa de los municipios, designar candidatos con esos valores y lograr una actitud de responsabilidad, voluntaria o forzada, de quienes acostumbraban cuotas de candidaturas y que, dadas las circunstancias difíciles del partido, dejaron de lado sus supuestos derechos, para hacer una unidad partidaria que resultó fundamental para ganar.
Lo logrado en victorias marca el camino y estrategia para 2021, donde el “FUERA MANOTAS” será fundamental, porque esas elecciones son decisivas no sólo para el país, sino principalmente para Hidalgo, pues los aspirantes a la gubernatura querrán jugar sus cartas para hacerse presentes con poder, e incluso incrementarlo.
El PRI ya demostró que con el “FUERA MANOTAS” se garantiza un escenario ganador, pero la ambición de la gubernatura puede provocar abusos en los intentos de querer decidir apuestas para sus intereses.
Los logros de este año le deben marcar una ruta de victorias al partido tricolor y mantener la decisión de cortar manos abusivas con uñas afiladas. Son los tiempos en que la lucha por la gubernatura es natural y no siempre es educada, por decir lo menos.
REDES SOCIALES PROGRESISTAS
El coordinador de este partido en Hidalgo, Fernando Flores, lo hace presente en la vida del estado. Dará mucho de qué hablar este partido cuyo lema es “Por un México Hacia Adelante”. Tienen organización y experiencia. Apunte usted su nombre, lo va a escuchar mucho.
Por: Adalberto Peralta Sánchez
Nací el 11 de mayo de 1946 en un pueblito que tiene una laguna con patos y un parque con bancas con el nombre grabado del donante. Una de esas bancas tiene el nombre de mi padre. Estudié Filosofía y ejerzo el periodismo desde hace varios años. Colaborar con mi hijo en EFFETÁ me llena de orgullo. Trataré de hacerlo bien.
