A diferencia de otros años, los Diablos Rojos apostaron esta temporada por el pitcheo. Solo Ramón Flores ocupaba plaza de extranjero en el Line up y el resto eran lanzadores. Pero las cosas no empezaron bien en su gira por el norte, y la novel directiva no tuvo paciencia y despidió al manager Juan Gabriel Castro, que los había llevado a la final un año antes. Con la espada desenvainada se deshicieron también de Emmanuel Avila y dieron de baja al cerrador Fernando Rodney, que no tuvo oportunidad de salvar ningún juego.
Y aunque anunciaron que buscarían un manager de categoría, terminaron quedándose con Víctor Bojórquez que los llevó al super liderato con 55 victorias por 32 derrotas, siendo prácticamente invencibles en el estadio Harp Helú, donde solo perdieron 10 juegos.
El zurdo Steven Moyers se convirtió en una agradable sorpresa al terminar invicto con 10 ganados y 3.77 en carreras limpias, aunque en sus últimas salidas lució mal, y en el primer playoff fue acribillado por los Tigres y ya no volvió a pitchear. Ronnie Williams fue el mejor en carreras limpias con 3.24 pero solo cuatro victorias, y en la serie contra Puebla fue enviado al matadero con menos días de descanso.
Edgar Torres, Yuneski Maya y Jeffrey Niño fueron enviados a Oaxaca y contribuyeron a la eliminación de ese equipo, mientras que Sam Bordner recaló con los Tecolotes.
A la desesperada apostaron por lanzadores desechados de otros equipos como Erik Leal y Ricardo Pinto, y abridores como Daniel Ponce de León y Adrián de Horta, sin éxito.
El zurdo Aaron Brown se convirtió en un cerrador de lujo en la primera vuelta con 12 rescates, pero al final comenzó a ser apaleado y trajeron entonces al velocista colombiano Tayron Guerrero, que, con sus rectas cercanas a las 100 millas, se esperó a los playoffs, para perder su primer juego ante los Pericos.
A la ofensiva no tuvieron problemas. aunque no batearon tantos homerunes como otros años. Su mejor cañón fue Julián Ornelas con .352, 14 homerunes y 71 producidas, seguido por Japhet Amador con .335, 15 y 78, El mejor homerunero fue Moisés Gutiérrez con 16 y 70 producidas, aunque su promedio cayó a.280.
Terminaron sobre la cifra mágica Ramón Flores .319, el novato Carlos Sepúlveda .314, Juan Carlos Gamboa .311 y cercanos a ella Roberto Ramos y Jesús Fabela.
Stefen Romero y Río Ruiz se la pasaron en la banca gran parte de la temporada.
En suma, un fracaso monumental, pues ahora ni siquiera llegaron a la serie final de zona. donde ya eran cliente habitual de los Leones de Yucatán Justo castigo a sus equivocadas políticas y a su soberbia, que les impidió siquiera publicar su eliminación en su página oficial.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.