¿Feliz? Día del niño

Por segunda ocasión, este 30 de abril se conmemorará un Día del Niño enmarcado en la pandemia del coronavirus (covid-19) y lo hará con estragos tras de sí en quienes deberían ser los festejados, pues dejando de lado lo médico, de lo cual también apenas comienzan a salir estudios clínicos como el reciente que detectó que son proclives a sufrir el Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico (PIMS, por sus siglas en inglés), también está lo que no se ve: psicológico.

En ese sentido, la psicoanalista especialista en niños, adultos y en pareja, María de las Nieves Casamayor, explicó en entrevista para Effetá que el impacto que deja la epidemia a nivel emocional en dicho sector poblacional “es tremendo”, ya que enfrentan ansiedad y trauma ante la situación de incertidumbre que sienten pues señaló que los adultos procesan un poco mejor la información pero ellos (los niños) no.

“Si los mayores no estábamos preparados para una pandemia de este tipo, pues imagínate mucho menos los infantes o adolescentes, pues tampoco; más ellos que viven ahorita como en su propio mundo que es como la etapa donde buscan muchísimo más el acercamiento con sus grupos de pares y pues no están pensando en estos problemas del mundo”, precisó, al agregar que lo anterior puede generar cuadros de depresión y ansiedad muy recurrentes.

Ese problema, explicó, es frecuente en edades de entre cinco y 11 años y se manifiesta a través de sensaciones de mucha inquietud o aburrimiento, además de señas de hambre o sin ella, “es muy similar a lo que nos pasa a los adultos cuando sentimos irresolución, cuando no tenemos claro qué viene, imagínate eso en un menor que no sabe qué viene en su vida, que no sabe qué pasa, que no sabe por qué los papás están ahora 24 horas en casa con él”.

Respecto al tratamiento, refirió que expertos manejan el tema no como una depresión normal o clínica como a la que se estaba acostumbrada a ver en los consultorios, si no que entra como una depresión que además está totalmente llena de incertidumbre y enojo con conductas de desobediencia en niños que no hablan, no comen y que además empiezan a presentar muchos miedos, “son como los efectos que estamos viendo”.

Además, también destacó otras cuestiones como la poca socialización que viven ahora los menores aunada a la falta de escuela que también dejan secuelas a nivel psicológico-emocional, pues México es uno los pocos países que aún no ha retomado las cátedras presenciales ya que apenas se organiza la dinámica, “y eso de verdad ya está impactando en la salud de nuestros pequeños. Como bien sabemos, una parte esencial para la formación de educación emocional de los chicos es la socialización”.

Contrastó también ese panorama en los adolescentes, en los que señaló que es un tema muy delicado y grave porque de por sí es un periodo fuerte en la vida, ahora con todo lo que está pasando presentan depresión que genera muchos intentos suicidas. Aunque señaló que igualmente ha resultado algo bueno de que haya una interacción 24/7 con ese sector al recordar estudios efectuados en España y Argentina que demuestran una bajada en el consumo de drogas e impactos en la conducta.

 

¿Qué deben hacer los padres?

Ante tal problemática, de la cual dijo aún no hay estudios concretos, consideró como preocupante lo que pasa, sobretodo en casa donde muchas veces los progenitores también no estaban acostumbrados a ser padres 24 horas y ahora no saben cómo hacerlo; pero en cambio los llamó a estar muy atentos a los primeros síntomas de ansiedad y depresión, pues volvió a reiterar que los niños empiezan a verse tristes, con sueño, hambre incontrolable o sin ella.

“Los niños no tienen muy claro cómo expresarse todavía, están en ese proceso y entonces de repente lo que sienten no pueden llamarle enojo, tristeza o miedo, simplemente sienten algo que no saben qué es; si aunado a eso le agregamos los papás que tenemos también poca educación emocional y si nosotros tampoco podemos nombrar o identificar esas mismas emociones pues no vamos a ser capaces de traducirles eso”.

Asimismo, pidió calma en los paterfamilias para afrontar la situación, pues explicó que las inquietudes se transmiten y si en el adulto hay nerviosismo, inseguridad e incertidumbre ello se pasará a los infantes y abonará a su estado. “En cambio, si como mayores tenemos esa capacidad de adaptarnos a las circunstancias, de entender que esto va a pasar tarde o temprano y que tenemos que encontrar una manera de sobrevivir a esto es lo mismo que vamos a transferir”.

 

Llamado al gobierno

Consideró que el gobierno y sus instituciones deberían invertir en brindar apoyo psicológico gratuito a quienes no tienen acceso, además de crear programas de orientación y contención emocional, e incluso plantearse regresarle a los niños los espacios en la medida que se pueda “y hacerles esto más fácil”.

 

TEMA POCO VISIBLE, PERO PENDIENTE: SEIINAC

Rafael Castelán Martínez, director ejecutivo de los Servicios de Inclusión Integral AC (Seiinac) y miembro del consejo directivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México, consideró que el tema psicológico-emocional aún es poco visible, pero que de algún modo ahora se habla y se tiene que atender; sin embargo, lamentó que no han logrado identificar entes públicos que brinden cuidados u orientaciones.

Asimismo, planteó que otra afectación que ha dejado el covid-19 son las diferentes expresiones de la violencia: como la física o psicológica en los hogares, donde destacó que han aumentado las cifras, como una subida del 37 por ciento de las llamadas al 911 por intrafamiliar, en las que gran parte están relacionadas niños, niñas y adolescentes.

Además de la sexual, en la que destacó que también se da en los hogares, pues refirió que el 70 por ciento de los abusos son perpetrados por personas cercanas a los infantes y al estar en confinamiento el ilícito ha incrementado; por último, habló sobre la estructural que tiene que ver con los asuntos de tipo económico, “por ejemplo hoy vemos que esto incrementó, o más bien está incrementando, el trabajo infantil, aunque en México existe el permitido y no permitido (trabajo)”, externó para esta mesa de redacción.

No obstante, apuntó que el segundo es el que ve un aumento en las fincas o en los lugares más pobres como jornaleros, y aunque recordó que hay un protocolo para evitar esa situación, dijo que en el estado solo aplica para semáforos, por lo que “seguramente al interior de Hidalgo existen muchos niños que están laborando y eso lo vemos reflejado en la deserción escolar”.

 

Bajo aprendizaje, deserción y crimen organizado, latentes

De lo anterior, Castelán Martínez expresó que desde Seiinac han detectado que en algunas escuelas, principalmente de educación media superior, han desertado hasta el 50 por ciento de sus alumnos, aunque la media es de 3 puntos porcentuales; no obstante, reiteró que además del trabajo infantil existe el riesgo de que sean reclutados por el crimen organizado para ser vigilantes o halcones en el mejor de los casos, “pero en otros forman parte del proceso de producción de ciertas drogas, en su venta y en un porcentaje mínimo serán sicarios; entonces ese es otro de los estragos más graves que yo veo en este asunto de la pandemia”.

Además, para el director de Seiinac otro aspecto a considerar en el ámbito académico es el bajo rendimiento y cómo aprenden, principalmente en secundaria y preparatoria, de quienes dijo ve como los más abandonados ya que solo se les pide transcribir clases, hacer resúmenes y ya, “entonces no hay un espacio digamos para dialogar y por lo tanto los aprendizajes se están perdiendo” refirió, al agregar que también impacta el acceso tecnológico que ha mermado la calidad formativa.

 

Secuelas impactarán hasta en la siguiente generación

Respecto a si todo lo anterior traerá secuelas para la población menor de edad, Castelán Martínez expresó que habrá y muchas; a lo que volvió a hacer mención en primer término de los indicadores de aprendizaje, donde consideró que durante todo este tiempo prácticamente son conocimientos que en muchos de los casos se han perdido. “O se está simulando que se aprende y esto será una de las graves consecuencias que va a quedar, esto solo hablando de lo educativo”.

Ya que al referirse a salud, como la mental, las consecuencias estarán viéndose, consideró, desde este momento o incluso después, “ya que de algún modo por ejemplo nuestras generaciones son producto de otras, pero estos pocos aprendizajes y formas de vida de ahora seguramente repercutirá en algún otro momento y a lo mejor hasta en alguna otra siguiente generación que viva las consecuencias de este periodo que llamamos pandemia”, externó.

 

Coincide con psicóloga, adolescentes los más dañados

Al cuestionarle si también habrá daños en el desarrollo al limitarse la interacción personal y social, el especialista refirió que también habrá afectaciones pues se requieren esos aspectos humanos, pero coincidió con la psicoanalista especialista en niños, adultos y en pareja, María de las Nieves Casamayor, en que a los jóvenes les impactará más, “seguramente vamos a tener muchos adolescentes, por ejemplo, que estén buscando o que sean carentes de esas identidades, porque es la edad en la que están examinando todas las expresiones para poder constituir su propia personalidad”.

Pero en cambio, indicó que han surgido nuevas formas de convivencia como las redes sociales que han traído una nueva forma de crear espacios, pero dijo que aún deberá estudiarse qué tipo de sujetos están construyendo.

 

Familias deben retomar normalidad antes que sea tarde

Como consejo a las familias, les dijo que sigan generando planes de unión y convivencia ante los desapegos que se generan o podrían crearse en quienes tengan que estar buscando su sustento y dejen solos a sus hijos en casa, que hallan entretenimiento en la tecnología; “ello podría ser como salir a caminar, y aunque sabemos que los parques y lugares públicos están cerrados, pero que den la vuelta a la cuadra aunque sea pero que salgan para permitir otro tipo de interacción”.

Explicó que algo grave que pudiera pasar es que los tiempos se han relajado “digámoslo así”, pues algunos adolescentes se están levantando más tarde porque la mayoría solo quieren dormir, “pero aunque también es aparte de un símbolo propio de la edad”, también puede convertirse en un asunto de depresión y eso es lo que hay que estar cuidando; “por eso tienen que seguir nuevamente con los horarios desde temprano hasta cuando se termina por la noche, incluso horarios para el uso de Internet o de redes sociales”.

Para el caso de las instituciones gubernamentales o de las autoridades, el director de Seiinac las llamó a crear políticas públicas pero ahora con integralidad donde se priorice a los niños: “Muchas políticas se diseñan porque suponen un problema pero no priorizan o no están priorizando a quienes deberían y ahora tiene que haber una reformulación”.

 

El trabajo de Seiinac

Castelán Martínez compartió el trabajo que hacen desde los Servicios de Inclusión para atender la problemática antes expuesta, aunque lamentó que con el último cambio de semáforo epidémico cambiaron todo a una modalidad híbrida en casos donde no sea posible la interacción humana.

“Estamos saliendo a algunas comunidades para visitar a los niños y adolescentes, con quienes jugamos futbol tres que es una metodología que hemos adoptado de otras organizaciones latinoamericanas para combatir la violencia de género, para identificarla y combatirla”, citó.

Además de que en oficina brindan atención a víctimas de agresiones mediante una ruta que se activa desde el momento en que los llaman; o bien, vinculan al afectado con la procuraduría de protección de infantes o con otra dependencia en la materia.

Asimismo, destacó los programas de radio que producen, como el que se transmite cada martes “Cuento con derechos” donde narran una historia que involucra las garantías humanas; para el miércoles a las 18 horas pasa “Qué hacer cuando”, que da consejos de cómo realizar procesos jurídicos cuando no se sabe de derecho.

Igualmente, los jueves a las 17 horas cuentan con “Diálogos de crianza positiva” donde se trata una variedad de tópicos desde cómo cuidarse en redes sociales, educación para generar perspectiva de género y los viernes al medio día toca el turno a “Sexualidad libre de prejuicios”. Dicho material queda grabado en las plataformas de Seiinac para su posterior consulta.

 

TESTIMONIOS DE LOS PADRES

 

La pandemia en un bebé de un año

Marlenn Denisse Arellano García narro cómo ha vivido la etapa de pandemia a la par de criar al que sería su primer hijo: Leonardo, de quien dijo ni si quiera ha conocido a otro bebé debido al encierro y las limitaciones de interacción social para prevenir contagios, “entonces solo ubica a mis papás, a mis hermanos y ya”.

Una situación que ha notado que incide en su menor es que él se estimula más con las cosas ya que incluso al escuchar cualquier comercial o programa en la televisión baila; además de que compartió de que es un poco reservado “no se va con nadie, no tiene interacción con ninguno, hace poquito en la calle vio dos niños y era como lo más maravilloso que le hubiera pasado.

“No conoce el pasto por ejemplo, yo creo que aunque no son cambios sí son cosas que a lo mejor no son tan normales para un niño de su edad”, expresó, al considerar que Leonardo ya debería socializar, conocer gente, salir o jugar, cuestiones donde dijo inciden en su crecimiento.

Referenció que a ella le tomó ocho meses gatear mientras que a su hijo 11, sin embargo, también atribuyó lo que vive a una falta de desconocimiento como progenitores que también, dijo, están encerrados con un bebé y a lo mejor eso afecta para que se desarrollen en los tiempos que deberían, “sé que todos los bebés son diferentes pero a lo mejor ese tipo de cosas de cuando los llevas a la escuelita a la guardería o simplemente a jugar con otros niños inciden”.

No obstante, descartó que hayan solicitado ayuda institucional o gubernamental, pues en cambio han tratado de buscar otras perspectivas como clases de Gymboree o escuelas, aunque de estas últimas consideró que las privadas son caras y las públicas están cerradas.

Al cuestionarle sobre qué pensaba de que por segundo año el Día del Niño estuviera enmarcado en la pandemia, Arellano García precisó que lo sentirá como otro día más, aunque adelantó que planean hacer un pequeño festejo.

Finalmente, consideró que sí habrá afectaciones, pues contrastó que si se dan en los adultos los niños también las tendrán y explicó que una secuela será el apego a las tecnologías, que dijo ya estaba arraigado antes ahora será mayor.

 

La pandemia en una niña de siete años

Por otra parte, Lourdes Naranjo compartió que su hija de siete años se frustra porque no puede salir y están cerrados los espacios recreativos, “quiere salir y no están abiertos los lugares donde antes se divertía”; antes en la escuela podía jugar con sus compañeros y ya no puede ni siquiera reunirse con ellos, expresó.

En ese sentido, declaró que ha detectado cambios como alteraciones de sueño y pérdida de la noción del tiempo, además de que percibe en ella un aumento de mal humor, “no quiere hacer tareas, se empieza a fastidiar y se aburre, ve los mismos programas y ya no le llaman la atención, quiere más actividades pero pues no puede, ya se aburrió de lo mismo durante un año”.

Y al igual que Arellano García consideró vital la interacción entre pares donde hay entendimiento, pues consideró que entre ellos juegan, brincan, bailan y hablan, “no es lo mismo por ejemplo en el caso de mi hija, no tiene hermanos y entonces solo convive con papá y mamá, entonces ya casi es una adulta.”

De lo anterior, agregó compartir la idea del regreso a clases siempre y cuando haya las medidas sanitarias necesarias y conforme a lo planeado por autoridades, pues consideró les hace falta ese elemento de vida a los infantes.

Llamó a toda la población a no bajar la guardia y que mantengan la sana distancia, “y más que nada por los niños, porque se está viendo que el covid también los afecta al darles un síndrome (PIMS) y que puede ser más peligroso que el mismo patógeno”, concluyó.

 

La pandemia en adolescentes

Finalmente, Rocío Martínez, madre de dos hijos adolescentes de 18 y 16 años, consideró que a ellos les va a costar la reincorporación a la llamada “nueva normalidad”, pues explicó que han pasado de la desesperación a acostumbrarse y de tristezas a terminar por tener un poco de miedo a volver debido a que ha sido un largo tiempo donde solo socializan por medios digitales.

En ese sentido, al saber cómo han sido los cambios experimentados en los jóvenes, expresó que al principio les costó trabajo “porque cada quien tenía su ritmo de vida, en la mañana cada quien se iba y nos veíamos prácticamente hasta la noche; entonces, de pronto la convivencia 24 horas, pues al principio nos costó mucho”.

Asimismo, estimó que los jóvenes podrían llegar a sufrir afectaciones como en la forma en relacionarse tanto a nivel emocional como físico ante los cambios sanitarios que, se dice, llegaron para quedarse.

Señaló también que estaría implícita una situación de vulnerabilidad al depender ahora de la tecnología para comunicarse, “estamos interconectados con los otros pero a través de pantallas, es como una paradoja donde están solos, están todo el tiempo en el teléfono y la sensación de estar conectada con otra persona hace como que está socializando y a la vez no ves a nadie, no tocas nadie, estás tú y tu pantalla”.

No obstante, externó que también ha sido un espacio y tiempo único para reencontrarse, para reorganizar su vivienda o efectuar actividades que hacía mucho no las hacían, “tuvo su lado como negativo, nos agarró la tristeza, nos peleábamos a veces, pero después el cambio vino hacía positivo”.

Y aunque se le pidió dirigirse a otros progenitores en su misma condición, Rocío Martínez externó francamente que es difícil aconsejar y solo diría que hay que tener mucha paciencia, vivir un poco al día y estar abiertos a reinventar cosas.

Mientras que sobre las acciones que considera necesarias para paliar lo arriba expuesto, Rocío señaló que en primer lugar se necesita repensar la educación y no solo decir “ahora todo es en plataforma y cuando vuelvan se va a volver a lo anterior”, pues apuntó debe haber un nuevo modelo que combine ambas cosas y que respete toda la conexión tecnológica que se ha tenido.


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