La elección del 5 de junio será una verdadera batalla entre Morena y el PRI, uno para hacer llegar la alternancia y acabar con la hegemonía tricolor por ya casi cien años, y el otro por mantenerse en el poder, frenar el paso triunfal morenista en todo el país y hacer del estado una excepción por la fortaleza del Revolucionario Institucional en Hidalgo.
Los preparativos en cada partido nos dicen que la lucha será fuerte, decidida, que no van a escatimar trabajo ni dedicación y que no habrá tregua ni medias tintas en esta lucha.
Julio Menchaca y Morena
En MORENA, con JULIO MENCHACA como su indudable candidato (hasta ahora precandidato de acuerdo a la normatividad), van con todo para lograr la alternancia, empezando por un trabajo fino para lograr la unidad y con ello potenciar sus fortalezas en un solo espíritu y progreso, de tal manera que los grupos que han surgido, con personajes bien definidos que se soñaron los elegidos y que tuvieron actitudes de enojo y berrinche, se han sumado en torno a Menchaca.
Es indudable el apoyo de la marca AMLO, que tiene presencia muy fuerte en el ánimo de los hidalguenses, en gran medida por lo que significa de lucha frontal contra la corrupción y abusos que se han convertido en facturas que paga el PRI, sobre todo desde que Obrador encabeza este esfuerzo.
Súmele los apoyos de programas sociales que reciben más de 300 mil hidalguenses, en una derrama superior a los 6 mil millones de pesos anuales, para tener una idea del apoyo que esto provoca, más un nuevo hospital del IMSS en Tula en los terrenos donde se iba a construir una refinería, más la liberación de Gerardo Sosa que no es casual ni fortuita. Todo esto sirve para hacerse una idea de que Morena va en serio por la gubernatura, en donde cuenta, sin duda, la historia personal y fama pública de JULIO MENCHACA como buen candidato.
Carolina Viggiano y Va por Hidalgo
Del otro lado está CAROLINA VIGGIANO, que será la candidata del PRI encabezando la alianza VA POR HIDALGO, con un proceso para la candidatura no del todo correcto para el priismo del estado y para con el gobernador Omar Fayad, pero que ya en los hechos es una realidad. No se puede negar que hubo un distanciamiento muy serio entre el PRI HIDALGO y el PRI NACIONAL, con acciones preocupantes como el enfrentamiento entre el gobernador y el dirigente nacional del partido.
El panorama se veía difícil por la división que se notaba y que debió preocupar a todos, porque divididos ni sueñen en ganar. Pero se dio un hecho que no debe sorprender por la historia del PRI; se ve que hubo un proceso de reflexión en el que los priistas se plantearon lo que pasaría si pierden el poder, y oportunidades y posibilidades de vida y servicio que desaparecerían por obvias razones.
Todo indica que al orgullo tricolor y al ánimo de ganar y de hacer valer la fuerza del partido se sumó la reflexión válida de un panorama terrible de pérdida y abandono que a nadie conviene para recomponer las cosas y para cerrar filas en torno a Viggiano.
Los signos son que el PRI está fuerte otra vez, que recupera su unidad empezando por sus figuras principales y que esto se sigue hacia las bases, y que se afilan espadas y machetes para salir al campo de batalla.
Los dos ejércitos están listos: el de Julio y el de Carolina. No habrá tregua ni tiempo para respirar a partir del 3 de abril, cuando inicien las campañas.
JULIO, va por la alternancia y CAROLINA por la permanencia; quien decide es usted. Será una batalla histórica.
Por: Adalberto Peralta Sánchez
Nací el 11 de mayo de 1946 en un pueblito que tiene una laguna con patos y un parque con bancas con el nombre grabado del donante. Una de esas bancas tiene el nombre de mi padre. Estudié Filosofía y ejerzo el periodismo desde hace varios años. Colaborar con mi hijo en EFFETÁ me llena de orgullo. Trataré de hacerlo bien.
