Estados Unidos amenaza a Venezuela

Donald Trump ha amenazado a Venezuela con una intervención militar. Nicolás Maduro debería tomarse en serio estas amenazas, pues necesita credibilidad frente a los estadounidenses y para ello parece estar depuesto a iniciar una guerra devastadora contra Corea del Norte. ¿Por qué no lo haría contra Venezuela ahora, si tiene el apoyo de 16 países de América Latina y el Caribe para ello?, en particular de Canadá, México, Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.

No olvidemos que el 25 de octubre de 1983 Estados Unidos invadió Granada, entonces dirigida por Maurice Bishop y su partido La Nueva Joya de izquierda; más tarde, el 20 de diciembre de 1989 se produjo la invasión de Panamá. En el caso de Granada, de poco sirvió la resistencia y muchos cubanos fueron detenidos; en Panamá la resistencia fue sometida en pocos días.

No sucedió lo mismo en Nicaragua, donde había un gobierno surgido de una revolución y un ejército estructurado a partir de la guerrilla, así como de la confluencia de muchos grupos y corrientes guerrilleras de América Latina, incluso de las Brigadas Rojas de Italia. La mejor opción de Estados Unidos fue alimentar a “Los Contras”, pero jamás se atrevió a intervenir, sabiendo que Nicaragua podría convertirse en otro Vietnam.

Por supuesto, ver de lejos a Venezuela no es lo mismo que vivir su realidad ahora. Al igual que durante la guerra civil española, la revolución cubana y nicaragüense, es posible que una intervención de Estados Unidos se encuentre no sólo con el ejército venezolano, sino con miles de revolucionarios llegados de América Latina y del continente dispuestos a ofrendar su vida, no por defender al presidente Nicolás Maduro, sino la soberanía de América Latina en ese pedazo de su territorio.

Lo peor de todo para el ejército de Estados Unidos, pese a la tecnología con la que cuenta, no es la guerra regular, sino enfrentar una guerra de guerrillas y a hombres y mujeres que luchan no por dinero sino por lo que consideran que es justo. Al respecto, no debemos olvidar la “Brigada Simón Bolívar”, integrada por colombianos, la cual luchó en Nicaragua contra Somoza y luego se convirtió en un problema para el propio Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), ni los cientos de combatientes chilenos, uruguayos, argentinos y bolivianos, llegados de las academias militares de los países socialistas para pelear al lado del FSLN, ni los mexicanos y otros latinoamericanos que lo hicieron igualmente.

Una intervención en Venezuela de Estados Unidos cambiaría la geopolítica actual, pero tendría una enorme incidencia en todos los países latinoamericanos y consecuencias políticas, a mediano plazo, en su conducción, amalgamando los sentimientos antiestadounidenses con el desprecio de Trump a los latinoamericanos y sus naciones, propiciando la construcción de un muro de dignidad contra Estados Unidos.

En todo caso, frente a la posibilidad de una intervención estadounidense en Venezuela y el apoyo de al menos 16 países, entre ellos México, los países del Alba y el propio Consejo de Defensa Sudamericana, al que pertenece Venezuela, deberían prepararse.

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Por: José Luis Ortiz Santillán

Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.






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CONTEXTO ECONÓMICO GLOBAL - José Luis Ortiz Santillán

Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.