Sin asomo de duda, el actor inglés Benedict Cumberbatch vive, a los 46 años, el mejor momento de su carrera. El año pasado, el intérprete de Sherlock Holmes estuvo nominado al Óscar por su espléndida interpretación en El poder del perro, de Jane Campion, y este año es una de las figuras más taquilleras, en Doctor Strange en el multiverso de la locura, de Sam Raimi; por eso, nos llamó la atención el estreno de otra cinta suya en la plataforma Amazon Prime, El espía inglés, de Dominic Cooke.
Al igual que Código enigma, el argumento de Tom O’Connor se basa en un caso real.
En plena Guerra Fría, en la década de los sesenta, el soviético Oleg Penkovsky (Merab Ninidze) establece contacto con Occidente, para evitar una guerra nuclear. Los servicios secretos reclutan al vendedor Greville Wynne (Benedict Cumberbatch) para que le sirva de contacto; no parece el indicado, ya que es timorato, bebe mucho y no tiene experiencia militar; sin embargo, la relación fluye exitosamente y se transforma en una sólida amistad, en la que Greville decide, incluso, arriesgarse para tratar de salvar a Penkovsky.
La cinta recuerda la célebre Puente de Espías, de Steven Spielberg, solo que en versión inglesa, con el director de Chesil beach logrando su filme más ambicioso, que se beneficia del espléndido trabajo de sus principales actores.
Ironbark, conocida también como Courier, resulta ser, pues, una entretenida cinta de espionaje que confirma que el camaleónico Cumberbatch es uno de los mejores actores en la actualidad.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.