Se ha estrenado, en medio de una gran expectativa, La casa Gucci, el más reciente largometraje de Ridley Scott, que es marcada como una de las favoritas para la próxima entrega de premios.
Basada en la novela de Sara Gay Forden, la cinta recrea el escándalo en torno a esa famosa familia de diseñadores y ha causado escozor entre los herederos de ese imperio, que han amenazado con demandar al realizador.
La arribista Patrizia Reggiani (Lady Gaga) seduce al estudiante de abogacía Maurizio Gucci (Adam Driver) y, pese a las advertencias de su padre, Rodolfo (Jeremy Irons), de desheredarlo, se casa con ella. Con la ayuda de su tío Aldo (Al Pacino), Maurizio recobrará el favor de su padre y a la muerte de este se convertirá en su heredero. Lo que sigue será una historia de intrigas por el poder, que involucran al torpe Paolo (Jared Leto) y al abogado Domenico de Sole (Jack Huston), que terminará por relegar a Patrizia, quien planea su venganza.
Pese a su larga duración, la edición de Claire Simpson es impecable y la cinta no decae en ningún momento, apoyada por un espléndido reparto en la que todos están muy bien, resaltando un Jared Leto prácticamente irreconocible.
Luego del relativo fracaso de El último duelo, Scott se apunta un éxito artístico que nos hace recordar sus grandes filmes, que van desde Alien y Gladiador hasta Red de mentiras.
The house of Gucci es un filme muy recomendable, que bien vale la pena ver en el cine.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
