El posible nombramiento de Omar Fayad Meneses como embajador de México en el Reino de Noruega, en caso de que sea ratificado por el Senado, es un reconocimiento a su trabajo y trayectoria, aseguró en entrevista con medios de comunicación el legislador Alejandro Enciso Arellano.
Cuestionado sobre si ese cargo diplomático es un premio para el exgobernador por haber entregado Hidalgo a Morena, el presidente de la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales recalcó que los rumores en el ámbito político siempre van a existir.
“Si respetar la figura presidencial y generar gobernabilidad para Hidalgo es motivo de crítica, pues que lo sigan acusando de lo que sea”, declaró.
Luego de que este miércoles 8 de noviembre se diera a conocer que el presidente Andrés Manuel López Obrador había propuesto a Fayad Meneses como representante de México en ese país europeo, Enciso Arellano destacó que este proceso siempre fue público.
“A principios del pasado mes de junio, el mismo presidente de la República, en su mañanera, afirmó que en ese momento se estaban preparando propuestas de embajadas que se encontraban sin titular. Se manejaban algunas, como fue el caso de Israel; sin embargo, hace unas horas se dio a conocer de manera formal que se trata de Noruega”, detalló.
El integrante del Grupo Plural Independiente también hizo referencia a la conferencia de prensa matutina de este jueves 9 de noviembre, en la que el mandatario federal argumentó su decisión.
“El presidente dio a conocer las razones en las que se basó para proponerlo como embajador, y es básicamente porque supo hacerle frente a una de las tragedias que más nos han lastimado a los hidalguenses, como fue la explosión de Tlahuelilpan, y mantener sus posturas en temas electorales”, abundó.
Respecto a si esta designación le garantiza impunidad a Omar Fayad Meneses, en cuyo gobierno se gestó la Estafa Siniestra, el legislador destacó el hecho de que es el único ex gobernador que vive en Hidalgo. “Se quedó a dar la cara, los otros sólo vienen a ratos”.
“Ahora bien, yo les puedo asegurar que no hay familias perfectas, y lo mismo pasa en el ejercicio público. El gobernador confía en sus colaboradores, pero ellos están obligados a observar y respetar las leyes; por tanto, cada quien somos responsables de nuestros propios actos”, precisó.
