Pese a que siempre ha tenido detractores, algunos años atrás, para muchas personas, el PRI era visto como la única fuerza política con derecho a llegar al poder; a través de diversos medios, los gobiernos lograron hacerle creer a la población que la única opción a elegir siempre debía de ser el partido del Estado.
Durante mucho tiempo esto se cumplió de tal forma, aunque hubo elecciones cuestionables, que el PRI sentó a alguien en la silla presidencial durante al menos 70 años. Hubo una época en la que las personas no miraban a los candidatos mostrados en las boletas sino que solamente se guiaban por el color de un partido cuya derrota veían como imposible, pero… ¿esto no nos recuerda algo?
Y es que, a tan sólo 4 días de las elecciones, Claudia Sheinbaum se ve como la candidata indiscutible, claro que nada es imposible, no obstante, a estas alturas, una gran cantidad de personas no tienen duda de que votarán para que continúe el segundo piso de la Cuarta Transformación. Dichos votos no sólo irán dirigidos a la candidata a la Presidencia, sino que se realizarán, muy seguramente, por todos los candidatos que el partido guinda tenga en boleta, no importando el nombre que tenga esa persona. Planteando este escenario, es preocupante pensar que de nuevo la población no está analizando verdaderamente las opciones que se le presentan.
En este sentido, ya se había señalado con anterioridad el movimiento indiscriminado y sinvergüenza de muchos militantes priistas a las filas de Morena, personalidades que en muchos de los casos fueron impulsadas para ser candidatos, por lo que, no importando su pasado ideológico, obtuvieron una candidatura dentro del bando ganador. Claro que desde que se observaron estas prácticas es preocupante lo que pasa dentro de las trincheras morenistas; sin embargo, esta vez el movimiento fue confuso y degradante para la imagen de Morena. Y es que el ingreso de Alejandra del Moral al partido guinda nos muestra el quebrantamiento que ha tenido la ideología morenista, lo cual debería estar dañando ferozmente su imagen, no obstante, el partido mantiene su lugar en las encuestas.
Es impresionante ver que la excandidata a gobernadora que compitió contra Delfina Gómez, que decía ser priista porque el partido iba de acuerdo con sus principios y convicciones, que apoyó fervientemente la campaña de Xóchitl Gálvez hasta este punto, y que fue fuerte crítica de López Obrador, ahora se muestre como fiel partidaria de Morena y seguidora indiscutida de Claudia Sheinbaum, pero no sólo es impresionante, sino que también indignante.
El gobierno de López Obrador ha tenido puntos positivos y negativos, será pertinente analizarlo en el futuro próximo, no obstante que las puertas de Morena estén abiertas para cualquier individuo es detestable, eso sólo nos hace ver que el cambio que se promete es imposible si lo “tratan” de hacer las mismas personas de siempre, aunque es más preocupante pensar que en la gente no está teniendo ningún efecto, el hecho de que Morena se esté infestando de personas de otros partidos parece que pasa desapercibido, por lo que es vital que la gente vuelva a prestar atención y no simplemente piense que la elección ya está definida.
Por: Carlos Nander
Estudiante de la disciplina de las Relaciones Internacionales en búsqueda de los posibles efectos que pueden generar dentro de nuestro país. Amante del conocimiento, la historia y el cine.
