El Villano Favorito

Toda ciudad necesita un villano. Por ahora, la nuestra tiene uno autodeclarado, pues en una reciente entrevista, Gerardo Sosa afirmó ser el villano preferido del momento.

El líder universitario hizo el comentario con un dejo de ironía y molestia, pues reconoce que, de últimas, la batalla en su contra ha sido frontal y podría hacérsele responsable hasta de provocar un temblor. Pero detengámonos un momento, porque tampoco hay que exagerar; entre todas estas declaraciones, se debe reconocer que cuando hablamos de un villano, exaltamos virtudes que no cualquiera posee.

Y Gerardo Sosa es un hombre virtuoso.  Sí, este autodeclarado villano es un “luchador” de la vieja escuela con una gran capacidad para movilizar gente; un estratega que conoce su territorio y todos los caminos que lo conforman; un hombre de objetivos claros y decisiones que pesan como el plomo. Su talento político es innegable.

Sin embargo, para bien o para mal, Sosa Castelán ha construido una carrera  visible a la mirada pública bajo el cobijo de una institución que es su escudo y su muralla, asunto por el que es juzgado constantemente. Pero no todo está mal, pues en este camino de talentos retorcidos, la UAEH es, hoy en día, una institución que compite y figura en los rankings nacionales y mundiales, que ha crecido a la par de un sistema que exige mucho de las universidades y que la coloca en el mapa de la educación superior en el país.

Pero como ya lo hemos dicho, el camino hacia ese progreso ha estado marcado por decisiones que el dirigente universitario ha tomado a la vista de todos y que se han caracterizado por ser  estrategias tan cuestionables como controversiales.

Pero mientras son peras o manzanas, debemos reconocer que si tenemos una figura que ha podido compaginar sus intereses con los de una institución, poniéndose al tú por tú con los gobiernos en turno, construyendo lealtades necesarias y aun así ha logrado salir vivo, entonces puede que tenga razón y entonces sea verdad que Gerardo Sosa es nuestro villano favorito.