Javier Milei llegó a la presidencia de Argentina gracias a la pésima situación económica que el país arrastra desde hace décadas y que se fue en picada después de los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernández, los cuales se encargaron de beneficiar a las élites de poder abandonando a su suerte a la población, que rápidamente ha visto una disminución en su calidad de vida por el alza excesiva en los precios de todos los productos, mientras que sus salarios permanecen iguales.
Aunque el actual presidente argentino no es para nada diferente a sus predecesores, el discurso de “la libertad” ha calado hondo en muchos jóvenes y trabajadores que vieron en Milei una alternativa para poder salir de esta lamentable situación pero que, en la práctica, y con tan sólo dos meses de gobierno, han podido notar que las cosas en el país no mejorarán en el corto plazo.
El descontento de la población se ha visto en la serie de manifestaciones que se han llevado a cabo en los últimos meses en contra de la ley ómnibus, que contiene una gran cantidad de reformas a la Constitución en materia económica, de seguridad, energética, social, entre otras, y dentro de las cuales podemos encontrar propuestas como la de declarar el estado de emergencia en el país, lo que permitiría a Milei legislar sin que la cámara de senadores ni de diputados pudieran hacer absolutamente nada. Esto le daría un poder enorme a Milei, que llevaría a la privatización de un sinfín de sectores, entre ellos el educativo y el de salud, con lo que las y los argentinos podrían olvidarse de tener derecho a la educación pública o a un sistema de salud gratuito.
Pese a que el mes pasado este proyecto fue aceptado de manera general por el Congreso argentino, recientemente fue enviado de nuevo a revisión después de que la votación de cada una de las leyes por separado fuera negativa, esto gracias al carácter polémico que tiene y por las fuertes tensiones sociales que podría provocar. Sin embargo, aunque el hecho de que no se aprobara sea positivo para el pueblo argentino, podría provocar la ira de Milei y que, por lo tanto, buscara la instauración de este macroproyecto por otros medios.
Y es que el carácter intolerante de Milei, así como algunas de las propuestas que estableció en su programa electoral, es lo que nos permite avistar en el horizonte un posible gobierno autoritario. Entre algunas de las cláusulas del programa electoral de la Libertad Avanza, partido al que Milei pertenece, se menciona una mayor financiación al ejército, así como la creación de una doctrina de seguridad nacional, lo cual daría a las fuerzas armadas argentinas carta abierta para reprimir a todo aquel sector social que el presidente desee. Sería sólo así como Milei podría modificar la Constitución a su antojo y esto significaría un retroceso histórico para el país, el cual volvería a un gobierno dictatorial como el de Rafael Videla.
Es vital que tengamos presentes los daños que podrían generar personajes con esta clase de discurso y que cada vez más aparecen en países como Chile con José Antonio Kast, Brasil con Jair Bolsonaro o tal vez -con un discurso menos radical- en México con Xóchitl Gálvez, que ha brindado su apoyo a la presidencia de Milei, puesto que sólo causarían un daño a la población que definitivamente busca un cambio, pero no como el que el presidente de Argentina ha comenzado.
Por: Carlos Nander
Estudiante de la disciplina de las Relaciones Internacionales en búsqueda de los posibles efectos que pueden generar dentro de nuestro país. Amante del conocimiento, la historia y el cine.