Dentro de la moda de volver a filmar las exitosas animaciones de la Casa Disney, toca el turno al Rey león.
Como se recordará la versión original de Rob Minkoff y Roger Allers data de 1994.
El filme ganó el óscar a la mejor canción con clásicos como El círculo de la vida y Hakuna Matata, dio lugar a un musical de Broadway y a dos secuelas que fueron enviadas directamente a video.
La versión actual de Jon Favreau, a quien recordarán como el secretario de Tony Stark, es una animación digital hecha por computadora, que está basada en un guión de Jeff Nathason y Brenda Chapman tiene toques hamletianos.
El pequeño Simba crece a la sombra de su padre Mufasa, quien lo educa para ser rey.
Sin embargo, tiene que vivir las intrigas de su tío Scar, quien prepara una estampida en la que el monarca perece aplastado.
Scar convence a Simba que ha sido el responsable de la muerte de su padre y lo insta a huir de la manada, para proclamarse él rey.
El leoncito sobrevive gracias a la ayuda del jabalí Poomba y del lemur Timón, que se convierten en sus mejores amigos.
Es entonces que es encontrado por su amiga Nala que lo conmina a regresar para recuperar su trono.
La cinta recrea la animación original cuadro por cuadro y repite las canciones de Hans Zimmer y Elton John, ya de sobra conocidas.
Y aunque se le recrimina su crudeza, se trata de un trabajo visual impresionante, aunque los leones no resultan muy simpáticos.
The lion king resulta pues un buen espectáculo para toda la familia, que será mayormente disfrutado por quienes no conozcan el original.