Hace cinco años la casa Disney se anotó un gran éxito con una variante de La Bella Durmiente, titulada Maléfica, dirigida por Robert Stromberg y estelarizada por Angelina Jolie, como una atemorizante hada oscura, pero en el fondo con un buen corazón que la llevó a adoptar a Aurora (Elle Fanning).Por eso, no hay que extrañarse de que se haya filmado una secuela, Maléfica, dueña del mal, dirigida por Joachim Ronning, sobre un guion de Micah Fitzerman.
Ha pasado un lustro desde el despertar de Aurora, que ha sido nombrada reina del Páramo, y el príncipe Felipe (Harris Dickinson), al fin, decide proponerle matrimonio. Además de que se trata de una decisión amorosa, tiene un tinte político, pues espera poder unir dos reinos que se encontraban en pugna, para poder vivir en paz.
Lo que la pareja no tiene en cuenta es que la reina Ingrith (Michelle Pfeiffer) busca eliminar a sus rivales y no duda en envenenar a su propio esposo (Robert Lindsay), para conseguir sus aviesos fines.
Resulta paradójico que la amenazante hada con cuernos y alas sea la buena, y la malvada tenga, en cambio, una apariencia inocente.El director de la cuarta entrega de Piratas del Caribe, la venganza de Salazar, se da vuelo utilizando efectos especiales y filma espectaculares batallas con fantásticas criaturas. Maleficent, mistress of evil resulta, pues, un cuento de hadas para adultos, en armonía con los antihéroes al estilo del Guasón, al cual ha rebasado en taquilla, aunque no en calidad fílmica.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
