El pulso político de la oposición en Hidalgo

Para Marco Rico llegó la hora de leerles la cartilla a las cofradías que aún perviven del PRD y del Grupo Universidad al interior del partido hegemónico en Hidalgo; pero mucho más sustantivo, de trazar la estrategia para contener a la alianza del PRIAN-MC+PT/GU en Hidalgo.

El contundente deterioro del PRI Hidalgo y, desde luego, de las expresiones partidistas de la oposición, en este clima enrarecido de polarización política, ya otorga elementos de análisis para entender el estancamiento político que vive la vieja guardia y que, sin imaginación ni proyecto de Estado, está perfilando el caldo de cultivo de una arena política beligerante, para atenuar el pesimismo de la derrota política que la persigue.

 

Revisando lo pasado y lo presente

 

Después de la reelección de Alejandro Moreno y Carolina Viggiano en la dirigencia del PRI, Marco Mendoza inició pronunciamientos claros sobre el despertar del partido tricolor en Hidalgo. Más aún, en un pleno desplante de iniciativa política, Marco Mendoza se atrevió en el púlpito del Congreso local a dar la campanada a la legislatura con una iniciativa de ley en materia hídrica.

 

Sin embargo, la miel sobre hojuelas no le duró ni a Marco Mendoza ni a las fuerzas partidistas de la oposición. La aprobación a la reforma del Poder Judicial implicó la puntilla de la derrota política del 2 de junio y devolvió a las sombras a Marco Mendoza.

 

El 2º Informe y el otro Marco

 

El Segundo Informe de gobierno de Julio Menchaca evidenció que hasta la vieja guardia sabe cuándo caer en la necedad y cuando palmotear al adversario. La presencia en el informe de gobierno de los exgobernadores Manuel Ángel Núñez Soto y Francisco Olvera Ruiz, mandó un mensaje confuso al poder tricolor en Hidalgo o, ¿se trataba de un mensaje de mimetismo político?, entre peras y manzanas, Marco Mendoza guardó silencio esperando instrucciones superiores.

 

Para el otro Marco, es decir, Marco Rico, el trabajo vino en cascada. Desde la Asamblea Nacional de Morena, el relevo de cúpula de Luisa Alcalde y de Andrés López Beltrán ajustaron las cuentas y aquietaron las aguas de cara a la elección transexenal del 2030. Para Marco Rico llegó la hora de leerles la cartilla a las cofradías que aún perviven del PRD y del GU al interior del partido hegemónico en Hidalgo; pero mucho más sustantivo, de trazar la estrategia para contener a la alianza del PRIAN-MC+PT/GU en Hidalgo.

 

La polarización política y el poder del Grupo Universidad

 

La batalla por el monopolio del Poder Judicial que ha marcado la puntilla de la derrota política de las fuerzas del antiguo régimen, no sólo ha dado paso a la polarización política como estrategia de golpeteo de la vieja guardia, la cual no viene de la pericia política del PRIAN-MC+PT/GU, sino de la élite empresarial que se encuentra tratando de ordenar la avanzada política en el país.

 

No obstante, la pericia de choque y movilización dentro del PRIAN-MC+PT/GU la condensa el Grupo Universidad que, con el regreso del tigre, ha encontrado nuevos bríos para recuperar lo perdido y perfilar el liderazgo sobre la alianza de la oposición. A todas luces, no existen actores políticos de peso que puedan desde el PRI, el PAN y MC, articularse como líderes de la reacción política de la derecha en Hidalgo, esto deja abierto el liderazgo de la alianza opositora al Grupo Universidad.

 

El pulso político y la obsesión de Marco Mendoza

 

Pese a los vientos en contra, es claro que la fuerza y capital político que presenta Julio Menchaca y Morena en Hidalgo, le pondrá las cosas difíciles a la beligerancia de la alianza opositora. Este es el pulso político innegable de que el Plan Claudia en las Rutas de la Transformación dedicará una buena dosis a la operación política transexenal. Como diría Alejandro Velázquez, secretario del Despacho del Gobernador, “nada queda a la impericia, nada queda a la deriva”.

 

En este plano, la obsesión velada de Marco Mendoza por ser el verdadero líder del PRI Hidalgo y encabezar las estrategias de reposicionamiento político de la oposición, pasan a la quimera del oro. Más vale ser cabeza de ratón que cola de león, para no quedar en el exilio y limbo político.