El PRI, en riesgo de perder Hidalgo

La torre del reloj electrónico de la sede del PRI Hidalgo, irónicamente, marca los minutos de una derrota anunciada que hoy se cierne como una sombra hacia el bastión priista hidalguense. La gubernatura se encuentra en juego y parece ser que hasta ahora el único contrapeso formal del priismo es el Congreso, que ante la reconfiguración ahora será moreno.

Esta derrota histórica, no sólo para el priismo sino para la clase política tradicional, debe aleccionar de manera concreta que, si bien es cierto la mayor parte de los ciudadanos no son peritos en política y ni siquiera militan en un partido, han sido partícipes de la erosión de la realidad social del país, donde pobreza, inseguridad, desigualdad y desesperanza, marcan la piel y el rostro de cualquiera, por lo que aprender de esta lección social es pertinente y necesario.

Hidalgo, uno de los últimos bastiones del PRI, se ha diluido, eso es evidente y notorio; el mapa geopolítico ha cambiado y todo apunta a que se habrá de perder la gubernatura por dos efectos lógicos: la fuerza de MORENA no tiene trazos de diluirse en este periodo presidencial, e inclusive podría refrendar la Presidencia y, porque el PRI perdió piso y dejó de operar en la microfísica del poder en los trazos del “en corto”, y hasta el caciquismo que le fue proclive ha perdido.

Sin embargo, es evidente que el Revolucionario Institucional, no sólo en Hidalgo sino en todo el país, no puede echar por la borda la derrota; debe reestructurar desde sus bases militantes la fuerza que requiere, pero para ello debe dar cabida a los jóvenes y a la trayectoria militante. Lo ocurrido con José Antonio Meade fue una mentada de madre para la trayectoria del más pintado y caló hondo en el orgullo priista.

El PRI Hidalgo debe volverse más regional y menos metropolitano; debe volver a operar en las comunidades, en los barrios y colonias, desde el campesino, el obrero, el estudiante y el industrial; debe tener un contacto cercano y continuo con la sociedad y refrendar desde la gubernatura un gobierno impecable, sin taches, cercano a la gente, como se prometió. De lo contrario, la torre del reloj de la sede del PRI nuevamente contará la historia de una derrota anunciada, sólo que esta vez de la gubernatura y por ende, el bastión priista.

Foto del avatar

Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.






Foto del avatar

CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.