Mientras implementamos una estrategia racional para proteger y preservar el ecosistema, como el control del plástico, son innumerables los gobiernos, empresas y ciudadanos que hacen lo contrario, incrementando la agonía del planeta, que todo hace suponer, habrá de morir y nosotros con él.
Son cientos las especies de animales que anualmente se extinguen; el agua potable es mínima y la mayor parte de las personas no tiene acceso a ella porque se ha vuelto un negocio; la contaminación del aire es perceptible en todo el planeta y la depredación de la tierra es una reverenda atrocidad, así como miles de condiciones que hacen parecer a nuestro planeta como un desahuciado al que lo que lo mejor que le podría pasar es la eutanasia.
Japón retoma caza de ballenas
En esta gran pendejada humana que nos propinamos en el rostro, las compañías balleneras de Japón han iniciado la caza de 227 ballenas, después de 30 años que, en apariencia, habían respetado la veda internacional, cosa que no nos extraña y que poco o nada ayuda a la preservación de las especies y que muestra que la vida se supedita a los dividendos y ganancias económicas, inclusive la humanidad, que se ha convertido en la gran puta del mercado, donde los intereses de unos cuantos nos vulneran y llevan a la muerte.
Consumo de carne, el peor enemigo
Un impacto crítico del planeta lo hemos generado al consumir carne de vaca, lácteos y de infinidad de animales de corral, los cuales al defecar incrementan, más que ninguna otra actividad, la contaminación del aire y suelo; comernos una hamburguesa, filete de vaca, o carne en general, requiere el agua que ocupa una familia de cuatro personas durante un mes, cuestión que explica el agotamiento de los mantos acuíferos.
Pero nos vale madre…
Somos pendejos superfluos y funcionales, valemos madre desde nuestros apetitos y refrendamos las pendejadas de los grupos de interés y poder que se cagan en el planeta y a los cuales no les importa la humanidad, la cual es sólo un discurso entre tantos para calmar la pasividad de nuestra mente y madrear nuestra pequeña conciencia.
En esta gran estupidez, potencias como Estados Unidos siguen negando el calentamiento de la Tierra y utilizan energías como el carbón (lo cual también hace México) y producen una contaminación brutal, porque ganar dinero es más importante que garantizar la salud de las personas.
¿Qué quedará para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos si seguimos depredando el planeta? Mierda y muerte.
Consultoría Política: [email protected]
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
