El papel de la oposición en Cuautepec

Es imprescindible que las propuestas políticas de la oposición en Cuautepec sirvan para inclinar el voto desde una base de realizaciones programáticas municipalistas, que le devuelvan a la ciudadanía las oportunidades de desarrollo social y económico, democracia y paz social.

La reticencia ciudadana para engrosar la estructura de los funcionarios de casilla que requiere el INE para instalar los comicios en Cuautepec, se presenta en un municipio en el cual las anomias políticas y sociales oscurecen el proselitismo político, donde la oposición tiene un papel vital para generar contrapesos democráticos.

El candidato Jorge Hernández Araus, de la candidatura común de la alianza MORENA/Nueva Alianza, aparece con el piso firme del capital político y hegemonía de partido para acceder al poder en Cuautepec, municipio que presenta un esquema creciente de violencia delincuencial que se encarama como el epicentro de las demandas ciudadanas para garantizar un clima de paz y de antipolarización social.

En esta atmósfera, ¿cuál es el papel de la oposición política en Cuautepec?

El resquebrajamiento de los partidos de oposición en Hidalgo frente al derrumbe de su conducción política en la nación deja sendas reflexiones sobre la vitalidad del papel político en una democracia donde el monopolio de los poderes públicos ha permitido que Morena se constituya en la opción con el peso específico para guiar la transformación y realizaciones sociales del país.

La naturaleza de una contienda electoral estriba en que cada fuerza y expresión política partidista se erija en una opción de las realizaciones sociales y generación de oportunidades que demanda la ciudadanía; sin embargo, en el esquema de la oposición en Cuautepec no existen variaciones de forma y fondo tanto en las propuestas programáticas de sus partidos como en la retórica que ha permanecido inalterada después de la elección del 2 de junio.

Los problemas de la retórica del antiguo régimen

Después de la debacle del PRIAN-MC+PT/GU en Hidalgo, la crisis del sistema de partidos del antiguo régimen no ha podido sacudirse el peso de su pragmatismo político, por lo que su retórica violentista y beligerante sobre Morena sigue su curso en una miopía política que denota que, poco o nada, se rectificó el camino en la conducción política posterior a la derrota del 2 de junio, y en la contienda al municipio de Cuautepec se navega hacia un naufragio seguro.

El Poder Judicial y la democracia

El mazazo político que ha recibido la oposición de la derecha frente a la pérdida del Poder Judicial traza, sin duda, una recomposición en la democracia en el país. En este trazo, el Poder Judicial se constituye en la base de la democracia porque garantiza que el orden jurídico armonice las condiciones de equidad en la procuración e impartición de justicia que debe garantizar el Estado Democrático de Derecho.

En este trazo, en Cuautepec lo menos que puede esperar la ciudadanía es que se le restituya la paz y tranquilidad en el binomio Poder Judicial/democracia; condiciones que encaucen una nueva realidad social y perfilen la preservación de la integridad humana en un marco de oportunidades sociales frente al creciente extravío que han presentado las administraciones municipales en la localidad.

La conquista por recuperar al Poder Judicial como un poder autónomo y armonizador de la sociedad como premisa de Morena, debe garantizar la protección a los derechos humanos, paz social y de las bases sustantivas de la democracia, condiciones que deberán imperar en los comicios de Cuautepec.

El papel político de la oposición en Cuautepec no puede reducirse a la retórica violentista y beligerante que sigue presentando en contra del nuevo régimen. Es imprescindible que las propuestas políticas de la oposición sirvan para inclinar el voto desde una base de realizaciones programáticas municipalistas, que le devuelvan a la ciudadanía las oportunidades de desarrollo social y económico, democracia y paz social.


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