El absurdo de esta sociedad quebrantada tiene origen en la ignorancia, en la cual los sujetos se regodean y no admiten ni un ápice de cultura y educación política para evitar el dominio de sus opresores, quienes desde el aparato de Estado viven en la jauja mientras el pueblo se caga de hambre.
¿Cómo se garantiza la reproducción y hegemonía de las élites de un país? La respuesta es clara: a través de la ignorancia, la cual puede ser llana o funcional; en ésta última, los sujetos sociales saben leer y escribir, pero no entienden su valor. En nuestra era, en el mejor de los casos, utilizan su alfabetización para unirse a las redes sociales, las cuales se encargan de crear falacias y sofismas para encumbrar fantasías cuya estupidez es inenarrable.
El infierno son las personas, admitía Sartre, pero más aún, son la negación de las sociedades que intentan la búsqueda de la verdad en nuestros días; donde sólo queda el mundo de lo superfluo, caminar en el océano de los teléfonos móviles con los que sus autómatas, idiotas funcionales en su mayoría, se aprestan al consumo que los somete y los deja desprovistos de la inteligencia que se nutre de la cultura para elevar la cognición de un mundo cierto.
Es tan miserable la era en que vivimos, que se encumbran héroes de Marvel mientras un campesino o un obrero, que edifican los países desde la tierra y las urbes de cristal, son desdeñados y vistos como seres infrahumanos cuando ellos son los héroes verdaderos, aquellos que con su digno esfuerzo se parten la madre para dar de comer a una familia. En ello sí existe heroísmo, en Marvel sólo vemos la estupidez de fantasías alienantes.
La pobreza mental que habita en occidente y sus sociedades superfluas ha sacudido la razón en tal medida que ahora la mayoría no reflexiona sobre el valor de la verdad, aquella que deviene no de la competencia entre las personas, sino de la colaboración para servir al otro, sobre todo a los que son lastimados por el sistema, donde el infierno son las personas con idiotez funcional.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
