Después del empate con Polonia y la derrota ante Argentina, México tenía una bajísima probabilidad de pasar a la siguiente ronda del Mundial, necesitaba cuando menos tres goles de ventaja ante Arabia Saudita. El primer tiempo terminó 0-0 y las posibilidades eran todavía menores, pero en menos de 10 minutos ya estábamos 2-0 y, sin querer o no, nuestro corazón comenzó a albergar la esperanza de la calificación.
Pero nada: dos goles bien anulados y nos quedamos a la orilla en la primera ronda después de varios mundiales en donde llegábamos al cuarto partido y buscábamos jugar el quinto, pero esta vez de los tres partidos de rigor no avanzamos y vamos de regreso. Pero ¿por qué un país con 130 millones de habitantes y en donde este deporte es casi una religión, somos de plano malos?
Hay tanta afición en México, que no existe una nación en el mundo que haya tenido tres mundiales, como nosotros: en 1970, en 1986 y viene el de 2026, cuando compartiremos sede con Estados Unidos y Canadá. Como en muchas otras áreas de la vida, aquí también somos un país subdesarrollado, pues no creo que estemos entre los primeros 15 lugares en la lista de la FIFA, pero bueno.
No se necesita ser un experto para dar algunas razones del mal desempeño de los jugadores en el deporte de la patada, en donde nuestro más grande logro parece ser una medalla de oro en los Juegos Olímpicos, cuando en la final le ganamos a Brasil. ¡Ah!, también dos campeonatos mundiales en categorías menores. Pero no más.
A mi parecer, el mal del futbol mexicano radica en la gente de pantalón largo que lo maneja y que a lo deportivo antepone el dinero. Veamos por qué:
1.- Se abolió el descenso. Hoy los equipos que terminan en los últimos lugares, en lugar de bajar a lo que antes se conocíamos como segunda división –hoy liga de ascenso-, pagan una millonaria multa y no pasa nada. Por el contrario, tenemos a un Atlante que gana y gana torneos, pero no sube a la primera división por esa razón.
2.- Ya no existe el llamado “torneo nacional de reservas”. Hace años era costumbre que antes del partido estelar, un Cruz Azul-América digamos, se jugaba un partido entre las mismas escuadras con jóvenes en etapa de preparación para llegar al primer equipo.
3.- La cantidad enorme de extranjeros. Hoy un equipo puede tener a diez extranjeros en su plantel y ocho en la cancha, al mismo tiempo. Lo peor es que no pocas veces son extranjeros de poca calidad y lo único que hacen es robarles un lugar a jóvenes mexicanos. Pero aquí el negocio es entre directivos y representantes de jugadores, venidos sobre todo de Sudamérica.
4.- El buen roce internacional de los mexicanos está precisamente en Argentina, Brasil, Uruguay y no en Estados Unidos. Los dirigentes prefieren salir de torneos como la Libertadores o la Copa América para recoger dólares por carretadas en Estados Unidos, en donde los millones de paisanos allá radicados pagan lo que sea por ver a un equipo y con más razón a la selección de México. Sí, hablo de los ahora llamados “partidos moleros”.
5.- En México hay técnicos mexicanos de calidad, ¿por qué traer a un extranjero para dirigir a la selección? No dudo que sean capaces, pero aquí también los hay y cobran mucho menos dinero. Sepan que el Tata Martino era uno de los cinco técnicos mejor pagados en el mundial de Qatar: casi tres millones de euros al año. Y es que, para Hugo Sánchez, el Tata “se bajó los pantalones” ante Argentina… su país de origen.
6.- En aras de ganar más dinero en la llamada liguilla del futbol mexicano, de los 18 equipos participantes, 12 están en posibilidades de ser campeones. Los primeros cuatro calificados quedan en espera de que los ocho restantes se eliminen en el repechaje para quedar los ocho finalistas. Claro: más partidos, más taquilla.
Y más allá de estas seis razones que pudieran no ser las únicas, hace años que no sabemos de torneos como el campeonato nacional amateur, donde jugadores llaneros de todo el país representaban a su estado y de estos torneos salían muchachos listos para convertirse en profesionales.
En Cruz Azul, por ejemplo, y más allá de la penosa crisis por la que hoy atraviesa, hace años era el sueño de decenas de muchachos ser admitidos en la escuela de futbol de Ciudad Cooperativa. Incluso era común que, a la hora de las eliminatorias para el torneo, la Máquina se convertía en representante del estado de Hidalgo.
Hoy poco se sabe de ese sector amateur en México. Recordamos a un Joaquín Badillo, que como presidente de ese nivel sacó jugadores del llano al futbol profesional. Hubo una camada de oro con chamacos como Hugol, Tapia, Rergis, Rubio, Caballero, Toribio y más.
Hoy en nuestro futbol se nota de inmediato que la pauta a la marcan las televisoras. Simplemente vean que el presidente de la Federación Mexicana de Futbol es un alto funcionario de Televisa: Yon de Luisa, quien solo fue capaz de anunciar, después del fracaso del mundial, que habrá un espacio de 60 días para “un análisis a fondo del proceso que vivió la selección mexicana”.
En otras circunstancias, él y su equipo de trabajo habrían presentado su renuncia al momento del silbatazo final del último partido de México en tierras árabes. Claro, con el Tata Martino por delante.
Si no hay quién meta orden en nuestro futbol, debemos contentarnos con ser apenas un mal comparsa. Por mientras, este Mundial quedamos fuera desde la primera ronda. Por si eso fuera poca desgracia para los aficionados de este deporte, la Sub-20 no calificó para el mundial de su categoría, los nacionales tampoco irán a los Juegos Olímpicos y tampoco calificaron para el mundial femenil. Así las cosas.
Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero…Entre nos.
Por: José Guadalupe Rodríguez Cruz
*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.