Qué importa si es Platón, Popper o Marx, ¿adónde va la política como camino de búsqueda de la ciencia?
Pero si bien es cierto que la política como ciencia no solo se ha desvirtuado, prostituido, e incluso se ha enclaustrado en los libros y las aulas, en tiempos de crisis de Estado aparece y retorna con la fuerza directamente proporcional al fracaso político.
En el otro lado de la verja, la política como práctica del ejercicio de gobierno, o «Real Politik», se degrada ante modelos de poder público cuya disfunción genera dolor y asimetría social; allí, democracia, oportunidad, derechos, aparecen como palabras vacías y, lo que es peor, como dolor social.
Entonces, los mitos de la clase política prueban su eficiencia una y otra vez; juegan con la desesperanza y los anhelos del porvenir de los que su soberanía política es solo discurso de palestra pública, donde la promesa electoral es quimera e insulto de la realidad.
Pero el fracaso de la política solo lo es en dos direcciones; en primer término, para las personas que no encuentran opciones en la clase política y ciclo tras ciclo de gobierno se ven defraudados y oprimidos por el peso de la demagogia, la barbarie de la corrupción y la carencia de la inconcreción de la responsabilidad pública, y por otra parte, por los que aún consideran desde su conciencia que la política en la realidad del ejercicio de gobierno debe servir para brindar oportunidades y, lo que es más importante, dignidad a lo que los políticos llama “pueblo”.
El análisis crítico estriba en que, pese al estruendoso fracaso de la política como práctica de la clase política a nivel mundial -salvo raras excepciones-, los ciudadanos en su mayoría siguen votando y encumbrando a títeres que jamás buscan generar oportunidades para quienes hacen posible la vida de lujos y excesos en la que se desenvuelven.
La clase política se ha encargado de que la política constituya una práctica inmunda, una verdadera mierda que insulta y vulnera a los que menos tienen, convirtiendo vocablos como “patria», «nación», «dignidad», «derecho», «igualdad» y «libertad”, en palabras vacías carentes de verdad.
La política ha fracasado porque los ciudadanos hemos fracasado, hemos encumbrado a miserables que hoy nos insultan con cortinas de humo, mientras ellos viven en la opulencia y el pueblo se caga de hambre.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
