La polarización no es una simple cuestión de partidos y preferencias, tiene una raíz más profunda que, en Hidalgo, la precandidata y los precandidatos a la gubernatura se deben tomar en serio.
No se trata de que haya opresores y oprimidos, ni que ahora haya una fuerza de oprimidos que esté en posibilidades de tomar el poder en el estado. Se trata de que en México y el mundo se ha privilegiado a muy pocos a costa de la mayoría y esta mayoría cree conocer a los culpables.
Sin embargo, los que son considerados inocentes aprovechan su situación para pretender llegar al poder “de a muertito”, sin vislumbrar su plan para cambiar las reglas del juego más allá de lo que haga el Presidente de la República.
Volver a las reglas del pasado no es opción. No hay un mejor pasado pero sí puede haber un mejor futuro.
La única solución contra la polarización se concretará creando condiciones reales para que en el corto o mediano plazo un número importante de población en situación de pobreza deje de estarlo y que los más ricos colaboren más a distribuir la riqueza con mejores salarios e impuestos progresivos.
Recientemente vi un video de Ricardo Salinas Pliego en el que afirma: “Soy de los pagadores más grandes de impuestos en México, me dan una asaltada que ahí te encargo. Este año voy a pagar más de 200 millones de pesos de impuestos, yo en lo personal (…) yo pago y pago demasiado”. Sí, paga más impuestos que la gran mayoría de los mexicanos, pero hay un gran número de mexicanos que sostienen sus empresas con salarios precarios y a quienes les duele más pagar sus impuestos porque lo que les queda apenas les alcanza para vivir. Pagar más dinero no significa que pague más de lo que puede.
Una economía desmoralizada no nos funciona. Necesitamos empresarios a los que les duela la pobreza y que ayuden a superarla, no empresarios egocéntricos que se creen los únicos merecedores y responsables de su riqueza.
Por: Leonardo Flores Solís
Abogado de profesión y activista por vocación. Soy producto de la justicia social. Maestro en Derecho por la UNAM y licenciado en Derecho por la UAEH. Soy más puma que garza.
