El espejo intelectual de Claudia Sheinbaum

Para la ciudadanía en Hidalgo y la nación, más allá de las premisas técnicas de la política y su ejercicio, se encuentra la necesidad y el hecho de la concreción de la tarea pública en la solución de los problemas de la vida cotidiana.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.

Los debates políticos que centran las miradas de la ciudadanía sobre la reforma al Poder Judicial y que mantienen la beligerancia entre poderes públicos presentan un carácter de espejo intelectual desde las posturas de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien no claudica frente a sus argumentos jurídicos para hacer cumplir el mandato del pueblo.

 

La proximidad de Claudia Sheinbaum con Julio Menchaca también se ha trazado en un entendimiento intelectual de la proyección que debe tener la transformación de la nación en una sociedad diversa y plural, en la que la política debe trascender del plano deontológico (lo que debe ser) a la esfera ontológica (la realidad), cuestión que marca los principios básicos del claudismo a nivel nacional.

 

Para la ciudadanía en Hidalgo y la nación, más allá de las premisas técnicas de la política y su ejercicio, se encuentra la necesidad y el hecho de la concreción de la tarea pública en la solución de los problemas de la vida cotidiana. La ampliación de los planes de vivienda de interés social y la cobertura educativa en Hidalgo tienen mayor impacto que el lenguaje político y la idea de bienestar per se; de igual manera, asegurar la armonía y paz social que se traduce en menor incidencia delictiva, robos, asaltos y violencia, tiene un mayor peso que el que Salvador Cruz Neri, secretario de Seguridad Pública, hable de que la seguridad es una cuestión de “percepción”.

 

En este escenario se debe examinar que la conducta intelectual de la presidenta Sheinbaum Pardo no sacrifica la realidad social por el lenguaje docto que la caracteriza. En la “mañanera”, la presidenta ha comenzado a perfilar un examen crítico de la realidad social hacia la prensa, poniendo relieve en la documentación de las acciones de gobierno y el impacto social que presentan. Esto ha abierto nuevos diálogos sobre las lógicas que primaron en la distribución del poder, de la riqueza y los cometidos y alcances del juego de intereses públicos y particulares que primaron en las estructuras del antiguo régimen (en vez de decir yo tengo otros datos, suele presentar documentos).

 

La involución política contrasta con la evolución política

 

El enfoque de los derechos sociales frente al esquema de intereses particulares que han primado en el ejercicio de gobierno en México, devela para Claudia Sheinbaum que las asimetrías políticas son también asimetrías sociales del uso y ejercicio del poder político. Lo cual, no puede ser pasado por alto ni seguir generando condiciones que vulneren a la ciudadanía. La intervención del Estado debe darse para el cumplimiento de la soberanía del pueblo y no a la inversa.

 

Por ende, las macro obras y el aumento de los programas sociales del bienestar, conjuntamente con el aumento del gasto público en Hidalgo, son vertientes de que el Estado se encuentra empeñado en construir una defensa social a partir de concretar la obra pública en relación directa a la generación de oportunidades sociales. Empero, el empeño de la redistribución de la riqueza y oportunidades sociales como las pensiones y becas del bienestar en Hidalgo para mujeres indígenas, ya han tenido desde los sectores de la derecha duras críticas sobre el peso y carga pública de sus financiamientos.

 

Todo indica que la discusión sobre la distribución de la riqueza y oportunidades sociales en los planteamientos de Claudia Sheinbaum se adhieren a la concepción equitativa de la justicia social. Este concepto público ha tomado forma en el gobierno morenista desde el slogan de “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”. Si atendemos a esta concepción todo se perfila, en primera instancia, a la resolución de las asimetrías económicas como piso estabilizador social en el ejercicio de gobierno.

 

En este espejo intelectual de Claudia Sheinbaum, la rectificación de la injusticia social es el epicentro y fin de las causas últimas del Estado. Todo gobierno debe garantizar el piso y anclaje de la redistribución de la riqueza y las oportunidades sociales, la justicia no lo es, si no es justicia redistributiva (como admite Rawls). Rectificar los estragos de la injusticia social es la tarea que ha emprendido Julio Menchaca en consonancia a la intelectualidad gubernamental del claudismo para reparar el error histórico del antiguo régimen en Hidalgo.

 

El camino del claudismo está trazado en un espejo intelectual que intenta aterrizar lo científico en lo social. La vigencia de este pensamiento sólo adquirirá el peso de la legitimidad en la medida que las asimetrías sociales pierdan la vigencia de la dramática realidad que vive el pueblo.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.