Nuevamente nos encontramos frente a un proceso electoral en Estados Unidos que provocará, en muchos de los casos, el cambio de las dinámicas internacionales. Para nadie es un secreto que nuestro vecino del norte, históricamente, se ha caracterizado por meter sus narices en todo lugar donde pueda obtener una ganancia económica, utilizando todos sus recursos para generar condiciones que le ofrezcan un beneficio: imponiendo gobiernos, negociando para la modificación de leyes de otros países, invadiendo otras naciones, entre otras acciones que lo único que han provocado ha sido la desestabilización de naciones enteras y, por lo tanto, del supuesto orden internacional que tanto cacarean defender.
Ejemplos de esto hay muchos, por lo menos en este siglo podemos hablar de Siria, Afganistán, Colombia y, más recientemente, Ucrania y la ocupada Palestina. No obstante, pese a que sería interesante y aleccionador analizar cada uno de estos casos de manera individual, lo que hoy día nos compete es la comprensión de lo que se vio en el pasado debate entre Donald J. Trump y Joe Biden, así como el impacto que tendrá en los últimos dos casos mencionados, al igual que en nuestro país.
Sin lugar a duda y como muchos especialistas mencionan, Estados Unidos, a partir de esta administración, se encuentra en condiciones decadentes, se sigue manteniendo como la principal potencia del mundo; sin embargo, la condición de vida de sus pobladores ha ido empeorando paulatinamente debido a la inflación que atraviesa la nación. El electorado, en su mayoría, se encuentra molesto debido al apoyo que Joe Biden sigue enviando tanto a Ucrania como a Israel, argumentando que ven posible un escenario en el que nuevamente se tengan que movilizar sus fuerzas armadas a otros continentes, lo cual ningún estadounidense desea ya que eso significaría la Tercera Guerra Mundial.
En este sentido, en el pasado debate, Joe Biden fue puesto en evidencia por Trump mostrando que ya no está apto para el puesto, cuestión que muchos demócratas han suscrito pidiendo que Biden sea removido de la contienda presidencial, sobre todo por los escándalos donde su hijo fue acusado de tres cargos federales y por sus declaraciones de que le cobrará más impuestos a los millonarios para redistribuirlos en servicios sociales para la población en general, cosa que para una nación tan liberal como Estados Unidos es vista como sacrilegio.
A este respecto, Trump mantiene ese discurso de hacer a Estados Unidos grande de nuevo, siendo racista y elocuente como siempre se ha caracterizado, mencionando que, si él llega a la presidencia, el apoyo armamentístico a otras naciones se detendrá y que centrará sus esfuerzos en resguardar la frontera de los “criminales”, que es como le llama a nuestros connacionales. Lo cual es cierto, si en algo se distinguió su anterior gobierno fue en la realización de una política exterior más cerrada, dejando atrás ese principio de cooperación internacional del que siempre buscaban ser parte los gobiernos estadounidenses.
Con las cartas puestas sobre la mesa podemos decir que, si Trump llega a la presidencia, lo cual es sumamente probable, las tensiones entre nuestro país y el vecino del norte aumentarán debido a las políticas migratorias que llevará a cabo, haciendo que los conflictos suscitados en Ucrania y Palestina disminuyan en intensidad ya que muy seguramente su gobierno buscará deslindarse de los mismos. Si los demócratas mejoran su táctica, probablemente veamos un cambio de candidato en los siguientes meses, si no es el caso y Joe Biden se mantiene en la presidencia, lo cual podríamos decir con cierta certeza no sucederá, tanto en Ucrania como en Palestina seguirá el derramamiento de sangre, mientras que en la frontera con nuestro país se mantendrá esa política migratoria “laxa” que el presidente ha llevado, facilitándole las cosas a la futura presidenta de México.
Por: Carlos Nander
Estudiante de la disciplina de las Relaciones Internacionales en búsqueda de los posibles efectos que pueden generar dentro de nuestro país. Amante del conocimiento, la historia y el cine.
