Ciertamente, los ciudadanos comunes como usted y yo no alcanzamos a comprender cómo es que organismos especializados como el Fondo Monetario Internacional (FMI) auguran para nuestro país un crecimiento económico extraordinario del 6.3% para 2021, sobre todo cuando vemos gente sin trabajo, la pandemia en su tercera ola creciendo cada día, la inseguridad que se extiende por todos lados, el aventurado proyecto de regresar a clases, etcétera.
Para algunos, vaticinar un crecimiento de ese tamaño puede parecernos una broma de mal gusto, sin embargo los expertos del FMI así lo anticipan y ello significa crecer más que el promedio en América Latina, muy cerca del 7% que se proyecta para Estados Unidos.
Solo como un antecedente de lo que viene, en mayo la actividad económica en nuestro país avanzó por encima de lo estimado, sobre todo por lo generado en el área de servicios y la agropecuaria. Según cifras del Indicador Global de la Actividad Económica, el producto interno bruto de México mostró un incremento del 0.6% en términos reales respecto al mes anterior, con lo que se llegó a tres meses a la alza.
Para el FMI, el crecimiento nacional se debe en gran medida al efecto de arrastre que tendrá la recuperación en Estados Unidos; además, beneficia el efecto de la vacunación y la reactivación del consumo como consecuencia de un mayor circulante.
En la comparación que se da a conocer con otros países en el mundo, India se coloca en primer lugar con un crecimiento estimado para fines de 2021 de 9.5% y para el siguiente año de apenas un punto menos. Después está China, con 8.1 y 5.7, respectivamente, en 2021 y 2022; mientras que para Estados Unidos se prevén 7% y 4.9%, respectivamente, y antes que México está Canadá con 6.3% y 4.5%.
El promedio del crecimiento en el mundo será de 6% en este año y 4.9% para 2022, mientras que a nivel Latinoamérica las cifras también en sentido positivo de 5.8% y 3.2%. Después de México, el país al que se le augura mayor crecimiento es Brasil, 5.3% y 1.9% para 2022, seguido de Rusia y Alemania, entre otros.
En este estimado vemos cómo la economía nuestra habrá de crecer más que la de España, por ejemplo. No olvidemos que en las cifras más recientes la economía mexicana se desplomó un terrible 8.3%, en mucho por la pandemia, que hasta hoy presenta una cifra oficial que apenas hace un año nos parecía imposible: 250 mil muertos.
Y justamente, al referirnos al número de fallecidos por covid-19, resulta muy interesante la diferencia entre las cifras que maneja el gobierno y las que nos dio a conocer el Inegi en fechas recientes, pues estamos hablando de poco más del 35 por ciento de diferencia.
Así, mientras por un lado se informa que durante 2020 en nuestro país hubo 201 mil 163 decesos, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la contabilidad en el gobierno federal, particularmente en la Secretaría de Salud, nos dice que los muertos fueron 148 mil 629. Enorme la diferencia, que de cualquier forma, en uno u otro caso, resulta grave.
Todavía recordamos que durante los primeros meses del año anterior -en mayo, para ser precisos- Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, a nombre del gobierno federal pronosticaba en 6 mil el número de fallecidos, justo cuando las cifras en ese momento rondaban por los 3 mil decesos.
De este tamaño son los cálculos que el gobierno hacía, y con el desprecio desde siempre a usar cubrebocas por parte del propio Gatell y del presidente de la República, quienes lo menos que han dicho es que de muy poco sirve el “bozal“, como coloquialmente le llamó Manuel Bartlett, otra figura indiscutible del actual gobierno.
Se asegura que la diferencia tan grande entre el número de fallecidos por esta pandemia -que ya hay quien anticipa que será endemia- se debe a que Salud solo toma en cuenta a las personas que mueren en hospitales o clínicas públicas o privadas, pero no a los miles que han quedado sin vida en sus propios hogares, casi siempre por falta de espacio para poder ser atendidos en un centro hospitalario.
En fin, ya estamos en el octavo mes de 2021 y aunque insistimos que el crecimiento económico no se percibe como lo vaticinan los expertos, queremos creer que se avecinan mejores tiempos para nuestro país, pues han sido meses de crisis en materia del empleo y de salud, principalmente, sin olvidar por supuesto la aguda inseguridad que padecemos en prácticamente todo el territorio nacional.
Y en cuanto al covid-19, con la variante Delta, que es la que padece hoy en día entre el 80 y 90% de los contagiados, seguimos siendo uno de los países, junto con India, Estados Unidos y Brasil, con mayor letalidad en el mundo. Y ahora viene el anunciado regreso a clases ya para el 30 de agosto, tema en el que las opiniones se dividen entre ir o no a la escuela, mientras el número de contagiados crece sin parar.
No olvidemos que en México son millones quienes no han recibido todavía ni la primera dosis de la vacuna, entre ellos el sector más numeroso que deberá ir a la escuela: población de entre 12 y 17 años. En el mismo Estados Unidos, y ante el incremento de contagios y hospitalizaciones, los estados siguen analizando el regreso a clases.
Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero… Entre nos.
Por: José Guadalupe Rodríguez Cruz
*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.