El antiguo régimen pretende redefinir el poder político

Es la presencia de Morena la que guía el proyecto y estructura de la redefinición política en Hidalgo. Esta premisa no la pueden ni deben olvidar las fuerzas guindas en el poder, porque al final de su gestión municipalista vendrá el balance de sus logros y deficiencias ciudadanas que no puede egresar con números rojos.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.

Hidalgo experimenta la transición municipalista y Morena inicia la reestructuración del poder político desde una lógica de presencia social en la redistribución de oportunidades sociales y concreción de la tarea pública. Todo indica que la gestión municipalista debe tener tintes mayores de operación política para Morena.

 

La advertencia a título de prescripción gubernamental realizada por el gobernador Menchaca Salazar a los nuevos ayuntamientos sobre su eficiencia pública y armonización política, mantiene una línea directa de mando de las estructuras de gobierno para garantizar interoperabilidad (comunicación transversal) y operatividad municipal. Lo que se está jugando es la continuidad de Morena como proyecto político, por lo que caer en los estragos que causaron las alcaldías del antiguo régimen no sólo es un despropósito gubernamental sino un suicidio político (Pachuca y Tepeapulco han sido el ejemplo de un disparate público y social, que debe aleccionar a Morena).

 

Lo que cabe entender es que en la conformación política de Morena no sólo a nivel municipal, sino también estatal y federal “ni son todos los que están, ni están todos los que son”.

 

La conformación de los cabildos ha adolecido por décadas de la capacidad, probidad pública, honradez e inteligencia política para crear municipalidades de vanguardia ciudadana. Este es el reto que experimentan los 84 municipios en Hidalgo y que ha creado una deuda histórica frente a la ciudadanía que no suele disfrutar de condiciones dignas del trabajo de los ayuntamientos, por el contrario, suele experimentar anarquía, inconcreción pública, desatención ciudadana, inseguridad y carencia de oportunidades en la capilaridad económica, entre otras.

 

Por ende, la transición municipal que ha iniciado con bombos y platillos no puede ni debe caer en falencias administrativas ni políticas de las representaciones sociales de Morena, en contraste con las denuncias de inconcreción de obras, faltantes de dinero público, arqueos de déficit de programas públicos de las alcaldías salientes. Este debe ser el escenario que lleve a la reestructuración de la realidad política y social que ha implicado para la ciudadanía el doloroso atraso y marginación que han creado las sucesivas administraciones de los ayuntamientos del antiguo régimen, salvo raras excepciones.

 

Hasta ahora es incongruente pensar que la redefinición del poder político en los ayuntamientos la tenga la oposición a pesar de su injerencia y obstruccionismo en el juego de pesos y contrapesos de los cabildos. Es la presencia de Morena la que guía el proyecto y estructura de la redefinición política en Hidalgo. Esta premisa no la pueden ni deben olvidar las fuerzas guindas en el poder, porque al final de su gestión municipalista vendrá el balance de sus logros y deficiencias ciudadanas que no puede egresar con números rojos.

 

Es importante que los gobiernos guindas comprendan que tienen en sus manos la redefinición del poder político. Esto implica y significa que las lógicas públicas deben trascender desde la eficiencia y moralización a la concreción del proyecto político de Claudia Sheinbaum; de lo contrario, la narrativa será la misma de las taras que heredó en antiguo régimen.

 

La redefinición del poder político implica una redistribución del conocimiento público en una fuerza política. Trata, en lo sustantivo, de generar empoderamiento hacia las zonas de vacío político que generaron las fuerzas políticas anteriores, ello permite control y dirección.

 

En la politología, la redefinición del poder político indica que la política debe experimentar una visión de autorreferencia a partir de la experiencia fallida o que nulificó la posibilidad de la concreción de las estructuras de poder. En el caso concreto de la gestión municipalista, aprender de los vacíos e inconcreción de la tarea pública y de los nuevos requerimientos y necesidades sociales, orienta la toma de decisiones y concita acuerdos y consensos de forma y fondo.

La redefinición del poder no la tiene la oposición del antiguo régimen.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.