El más famoso de los X-Men es Wolverine, bien interpretado por el australiano Hugh Jackman; ha estado presente en toda la saga de los mutantes, incluyendo a la primera generación y una cinta que mostraba sus orígenes en la Segunda Guerra Mundial.
La historia de Logan, del director James Mangold y Scott Frank, es un digno fin de la saga, aunque es tan violenta que ha sido clasificada sólo para adultos, lo que no impidió que fuera la más taquillera en todo el mundo durante su semana de estreno.
En un futuro apocalíptico, James Howlett (Hugh Jackman) sobrevive como un alcohólico conductor de limusina, lo que le permite obtener lo necesario para mantener oculto y sedado al nonagenario Charles Xavier (Patrick Stewart).
Pero un día, el profesor detecta a una nueva mutante, Laura (Dafne Keen), una niña con garras de adamantium que es perseguida por el sanguinario Pierce (Boyd Holbrook) por órdenes del doctor Rice (Richard E. Grant), que creó una serie de niños mutantes para utilizarlos como armas.
El director de Tierra de policías consigue su mejor película dotándola de un tono pesimista y sombrío, pero con momentos conmovedores.
Logan es una buena cinta que puede ver todo el mundo, sea o no fanático del cómic.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.