Educación de calidad en América Latina: ¿misión imposible?

(Tomado del resumen ejecutivo de la Conferencia Regional de
Educación Superior de América Latina y El Caribe, 2018)

De acuerdo con las disertaciones de la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe, el desarrollo de procesos de aseguramiento de calidad (AC) ha sido exitoso, sobre todo al interior de las Instituciones de Educación Superior (IES). Sin embargo, la experiencia de estos veintitantos años muestra también que hay otros efectos, con luces y sombras, que es preciso considerar:

  1. Vinculación de acreditación con instrumentos de política.

Hay beneficios claros asociados a la acreditación para una institución o un programa, tales como la mejora de la percepción y el prestigio ante la sociedad, la promoción de la movilidad de estudiantes, graduados y docentes, mejores posibilidades de acceso a becas y otros recursos, mejores oportunidades de inserción laboral o de continuidad de estudios de sus egresados. Sin embargo, hay elementos que pueden constituirse en riesgos para el adecuado funcionamiento de los sistemas de AC.

Entre estos puede mencionarse la asociación entre el acceso a recursos públicos institucionales o para estudiantes y el resultado de procesos de acreditación, que acarrea un fuerte riesgo de distorsión de las decisiones de acreditación. Por una parte, promueve en los evaluadores una consideración de elementos de análisis (por ejemplo, las consecuencias de la no acreditación) que pueden interferir con una evaluación crítica y rigurosa centrada en la calidad. Por otra, pueden introducir diferenciaciones entre tipos de IES que actúen en desmedro de la motivación de algunas IES por mejorar su calidad, o desviar recursos que podrían utilizarse de manera más eficaz.

  1. Obligatoriedad «voluntaria» de la acreditación. Riesgo de una cultura de la obediencia o de la competencia.

En la actualidad la evaluación y medición de la calidad de las IES ha adquirido una importancia creciente, que condiciona la forma en que las IES desarrollan procesos de autoevaluación. La acreditación como un medio para mejorar el prestigio y reputación de las IES ha ido desplazando su importancia respecto de la mejora continua y de la preocupación institucional por la calidad.

Las IES reaccionan ante los procesos de evaluación desde una lógica de obediencia a las orientaciones de las agencias, dejando de lado su responsabilidad primordial con la calidad, y el ejercicio de su autonomía. Esta también se ve afectada por la presión de los rankings, que suelen introducir criterios ajenos a las prioridades institucionales, que se ven sobrepasadas por la necesidad de subir puestos en el contexto nacional o internacional.

  1. Independencia de los organismos de aseguramiento de la calidad: presiones políticas o corporativas.

La creciente importancia de los procesos de acreditación conduce al desarrollo de presiones políticas o corporativas que condicionan de manera directa o indirecta la forma de llevar a cabo la evaluación o de adoptar decisiones. Si bien la vinculación entre el Estado y el AC es necesaria, como se ha señalado más arriba, es también esencial vigilar que las decisiones de acreditación se adopten sola y exclusivamente en función de criterios y procedimientos previamente definidos, y se justifiquen con relación a dichos criterios y procedimientos, sin verse afectados por presiones políticas o corporativas, o por intereses ajenos al proceso.

Adicionalmente, es necesario asegurar y fortalecer un sistema de vigilancia de los procesos de AC en las instituciones, reforzando la idea de que éstas son las principales responsables por la calidad de su quehacer.

  1. Fatiga de la evaluación y riesgos asociados.

El auge que han venido tomando los procesos de acreditación de la calidad de instituciones y programas de educación superior en la mayoría de los países latinoamericanos, ha tenido como consecuencia una demanda creciente de parte de las IES. Esto tiene un doble efecto: sobre las instituciones, que enfrentan tanto la acreditación de nuevos programas como la re-acreditación de los ya acreditados, y sobre las agencias, que deben responder a múltiples solicitudes.

En ambos casos, la respuesta habitual ha sido burocratizar los procesos de evaluación, corriendo el riesgo de una ‘fatiga de la evaluación’ es decir, de una suerte de rutinización que en la práctica ha desviado la atención desde la calidad al cumplimiento de requisitos e indicadores exigidos por las agencias, sin que el proceso signifique una oportunidad de reflexión, análisis crítico y diseño de planes de mejora basados en los propósitos institucionales, la corrección de debilidades y la profundización de las fortalezas.

Lo anterior obliga a analizar la posibilidad de innovar en nuevas estrategias de acreditación; hay ejemplos interesantes, como la acreditación por clúster o conglomerados de programas afines en una misma área de conocimiento (ingeniería, formación de profesores, ciencias sociales); evaluación de una línea formativa de pre y posgrado en un área determinada (medicina, maestría y doctorado en salud pública, por ejemplo); definición de unidades más amplias de evaluación, como por ejemplo, facultades o departamentos; o incluso, la combinación de una evaluación de políticas y mecanismos de alcance institucional, dejando para la acreditación de carreras solamente la evaluación del perfil de egreso, los recursos específicos y los resultados internos y externos del programa.

Continuará…

Por: Roberto Diez Gutiérrez

Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Maestro en Educación con especialidad en Comunicación. Maestro Humanidades con especialidad en Educación. Doctor en Humanidades con opción en Educación. Beca al Mérito Académico de la Secretaría de Educación Pública Federal. Fui corresponsal en el Estado de Hidalgo para Organización Radio Centro, Organización Impulsora de Radio y Cadena Radio Centro. Profesor en el Tecnológico de Monterrey (Querétaro e Hidalgo); en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Universidad INECUH de Tizayuca, Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID-Tula) y Universidad La Salle Pachuca. Rector de la Universidad Científica Latinoamericana de Hidalgo (UCLAH); Director General del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Hidalgo (CECyTEH); Director General de Educación Media Superior del Instituto Hidalguense de Educación Media Superior y Superior (IHEMSyS) y Director Técnico del Instituto de Crédito Educativo del Estado de Hidalgo y Secretario Técnico del Consejo Estatal de Población en Hidalgo. Director General de Proyectos y Programas de Apoyo a la Educación de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo. Presidente de la Comisión de Educación y Cultura del Consejo Consultivo Ciudadano del Estado de Hidalgo. Colaborador en diversos medios impresos y electrónicos del Estado. Rector de la Universidad Tecnológica Minera de Zimapán (UTMZ). Ex Rector de las Universidades Tecnológicas Minera de Zimapán y Bilingüe de Mineral de la Reforma.






ANDADOR - Roberto Diez Gutiérrez

Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Maestro en Educación con especialidad en Comunicación. Maestro Humanidades con especialidad en Educación. Doctor en Humanidades con opción en Educación. Beca al Mérito Académico de la Secretaría de Educación Pública Federal. Fui corresponsal en el Estado de Hidalgo para Organización Radio Centro, Organización Impulsora de Radio y Cadena Radio Centro. Profesor en el Tecnológico de Monterrey (Querétaro e Hidalgo); en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Universidad INECUH de Tizayuca, Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID-Tula) y Universidad La Salle Pachuca. Rector de la Universidad Científica Latinoamericana de Hidalgo (UCLAH); Director General del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Hidalgo (CECyTEH); Director General de Educación Media Superior del Instituto Hidalguense de Educación Media Superior y Superior (IHEMSyS) y Director Técnico del Instituto de Crédito Educativo del Estado de Hidalgo y Secretario Técnico del Consejo Estatal de Población en Hidalgo. Director General de Proyectos y Programas de Apoyo a la Educación de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo. Presidente de la Comisión de Educación y Cultura del Consejo Consultivo Ciudadano del Estado de Hidalgo. Colaborador en diversos medios impresos y electrónicos del Estado. Rector de la Universidad Tecnológica Minera de Zimapán (UTMZ). Ex Rector de las Universidades Tecnológicas Minera de Zimapán y Bilingüe de Mineral de la Reforma.