Hidalgo está atravesando una situación alarmante de inseguridad. En los últimos días hemos presenciado un incremento de hechos violentos, desde cuerpos calcinados hasta asesinatos a sangre fría, como el doble homicidio en Tula de Allende. El gobernador Julio Menchaca ha respondido rápidamente con el respaldo federal, reforzando la seguridad con más efectivos de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano. Sin embargo, es crucial que otra institución fundamental para el futuro del estado, la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEP Hidalgo), también participe activamente en esta lucha.
La SEP Hidalgo, bajo el liderazgo de Natividad Castrejón, tiene un papel fundamental en la construcción de un entorno más seguro. La educación es una herramienta clave para abordar las causas profundas de la violencia, y desde las aulas se puede fomentar una cultura de paz y prevención. Es urgente que la SEP se involucre de manera activa en el desarrollo y ejecución de políticas públicas de seguridad, contribuyendo con estrategias educativas que complementen los esfuerzos del gobierno estatal para reducir la violencia.
La educación no es sólo la base del desarrollo social y económico, sino también una fuerza vital para la prevención de la delincuencia. En tiempos de crisis como el que vivimos en Hidalgo, la SEP debe estar presente no sólo entregando títulos y reconocimientos, sino impulsando programas educativos que prevengan la violencia y fortalezcan los valores cívicos.
El gobierno de Julio Menchaca está haciendo su parte para enfrentar la violencia con más operativos y coordinación entre fuerzas de seguridad pero la educación tiene un papel esencial en esta lucha. La SEP Hidalgo debe ser parte activa de las políticas públicas de seguridad, asegurando que la respuesta sea integral y que la prevención desde el ámbito educativo forme parte de la solución.
Natividad Castrejón y su equipo pueden contribuir enormemente a la prevención desde el ámbito educativo, y su participación es indispensable para construir un futuro más seguro.
La integración de la SEP en las políticas públicas de seguridad fortalecería las iniciativas del estado, permitiendo una colaboración más efectiva entre educación y seguridad. La educación no puede estar al margen de los esfuerzos por garantizar la paz. Es momento de que la SEP Hidalgo asuma su responsabilidad y se sume a esta batalla por un futuro más seguro para todos.
Por: Adalberto Peralta Rosales
Nací el 3 de enero de 1984 en Tehuacán, Puebla; mi único hogar ha sido Pachuca, Hidalgo, y así seguirá siendo hasta que me muera. "La escuela nunca me gustó y nunca fui buen estudiante", por lo que jamás me interesó titularme. Ejerzo el periodismo desde hace varios años, he aprendido que para escribir se tiene que leer mucho y tener muy pocos amigos. "Y si me ven contento es porque trabajamos derecho. De vez en cuando me enfiesto...".