La disforia de género es el término que se utiliza para definir una profunda sensación de incomodidad y aflicción, que puede ocurrir cuando el sexo biológico no coincide con la identidad. El mejor ejemplo de este caso lo podemos ver en Little girl, un interesante documental de Sébastien Lifshitz que se exhibe actualmente en la Cineteca Nacional.
El cineasta sigue los pasos de la pequeña Sasha y su familia, a través de las vicisitudes que afrontan frente a la sociedad por su disforia.
Desde muy pequeña, Sasha sabe que es una niña, pese a que en su acta de nacimiento se asegura que es un varón; su familia pensaba que se trataba de algo pasajero, pero a medida que crece y sufre discriminación en la escuela, deciden apoyarla.
La familia acude con una especialista que certifica que Sasha tiene disforia, y obtiene el tan ansiado permiso para poder asistir a la escuela vestida como una niña. Se trata apenas del primer paso en el largo camino que debe recorrer, para ser aceptada socialmente por lo que es.
El parisino Lifshitz se dio a conocer en nuestro país gracias a su documental Los invisibles, presentado en un Tour de Cine Francés, al que seguiría Adolescentes, sobre dos amigas desde la infancia. Aquí, trata el asunto con gran respeto y se solidariza con la familia de Sasha, que la apoya por todos los medios a su alcance.
Little girl resulta, pues, un interesante documental que nos abre los ojos acerca de la disforia, algo muy difícil en una sociedad machista como la nuestra.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.