El gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, negó que se hayan llevado a cabo detenciones arbitrarias relacionadas con la marcha del 8M. Aseguró que existen videos, fotografías y registros que sustentan la participación de las dos personas que se encuentran en prisión preventiva.
Esto luego de que circulara en redes sociales un video en el que se observa a los jóvenes detenidos, quienes presuntamente se infiltraron en la marcha y rociaron gasolina en las vallas. En el material se les ve en una barbería supuestamente a la misma hora del evento, por lo que sus familiares afirman que fueron víctimas de una detención ilegal.
El mandatario recalcó que hay argumentos sólidos para sustentar el caso. No obstante, señaló que todas las personas tienen derecho a una defensa y confió en que el Ministerio Público aporte las pruebas necesarias, dejando en manos del juez la resolución del caso.
Respecto a los señalamientos de mujeres que denunciaron agresiones por parte de policías, asegurando que fueron retenidas, golpeadas y llevadas al sótano de Palacio de Gobierno, Menchaca Salazar afirmó que se trata de un tema personal. Explicó que dichas acusaciones provienen de una persona con quien trabajó en materia de derechos humanos y de quien se distanció.
«Yo trabajé con ellas más de 10 años en materia de derechos humanos y pro bono como abogado, pero hubo una diferencia que hoy se refleja con señalamientos de alguien que formó parte de este grupo y que yo estimo que es más de carácter personal», declaró.
Sin embargo, confirmó que algunos policías están siendo investigados por la Comisión de Honor y Justicia, aunque no precisó cuántos. Aseguró que se seguirá un proceso para determinar si incurrieron en alguna falta y, de ser así, serán sancionados.
«En la reunión de gabinete que tuvimos el lunes, me informó el secretario de Seguridad que, como en el caso de las carpetas, se está integrando una averiguación y, en caso de que alguien se haya excedido tendrá las sanciones correspondientes», detalló.
Menchaca Salazar resaltó la labor de los policías y reconoció que, a pesar de su preparación y los protocolos que deben seguir, siguen siendo personas con emociones.
«No es una excusa. Como personas, aún con toda la preparación y protocolos, son seres humanos y el hecho de que algún policía, al que yo le tengo toda la confianza como persona, se le ofenda y se le maltrate, en algún momento puede reaccionar, pero no lo vamos a permitir si eso trasciende a una falta administrativa o algún delito», finalizó.