Tras la llegada de Adán Muñoz como manager, los Mariachis de Guadalajara tuvieron un repunte en el standing, y llegaron al Estadio Alfredo Harp Helú, con esperanzas de llegar a la postemporada, pero luego de ser barridos por los Diablos, éstas parecen haberse desvanecido.
La barrida resultó doblemente dolorosa, pues pudieron ganar dos de los partidos, y en el tercero que terminó en bronca, tuvieron tres suspendidos.
Los jaliscienses llegaron a la última entrada con ventaja de 4 a 0, gracias a buenas labores de José Samayoa los relevistas Esteban Haro y Andrés Meza y homerun de Ricky Alvarez.
Su hasta entonces cerrador estrella Jonathan Aro tuvo su peor relevo, y no sacó ningún out y terminó perdiendo 5 a 4.
Para el segundo juego el veterano cubano Omar Despaigne tuvo ventaja de 4 a 0, gracias a cuadrangulares de Osvaldo Arcia y Kennys Vargas, pero los luciferes remontaron y ganaron de nuevo 5 a 4, con palos de vuelta entera de Julián Ornelas y Moisés Gutiérrez,
En el último, los Mariachis tuvieron ventaja de dos a uno gran parte del juego gracias a su abridor Javier Solano, pero de nuevo fracasó el relevo y terminaron perdiendo 5 a 2.
Cuando el espigado cerrador colombiano Tayron Guerrero estaba por sacar el último out, se desató una fenomenal bronca que terminó con seis expulsados y con las esperanzas de los Mariachis, que volvieron a desafinar, pues perdieron los seis juegos que tuvieron en el Harp Helú este año.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.