Francia, un campeón chato pero efectivo que se encontró con un penal muy favorable y una Croacia que cometió errores garrafales, decretaron el fin del campeonato Rusia 2018 y la vuelta a la realidad.
En la realidad, México sigue en pie: no se desplomó el peso, pero tampoco mejoró el precio del petróleo en los mercados internacionales, sigue la guerra de aranceles entre Estados Unidos y China, Trump se reúne en Finlandia con Putin y la pobreza sigue siendo una constante.
En lo cotidiano, el efecto Manuelovich empieza a causar sorpresas y estragos ante los nombramientos y movimiento de Secretarías de Estado, ya que se está perfilando un plan de austeridad gubernamental que está poniendo a temblar al más pintado, pero hasta ahora la sangre no llega al río y todo indica que la ciudadanía se encuentra contenta, o al menos, tranquila.
En el trazo crítico de la política, los derrotados de la elección presidencial (partidos y candidatos) evidencian un desconcierto perruno; en los hechos no existe una recomposición de fuerzas, una expectativa que nos indique que el PRI, el PAN y si vive el PRD, pueden rearticularse y dar pelea como oposición.
Pero en lo culero y lo álgido del escenario político se encuentra el cobro de cuentas pendientes en las cúpulas de los partidos políticos y sus mandos medios. Es perceptible cómo, tanto en el PRI como en el PAN, ya inició un ajuste de cuentas y una lluvia de acusaciones que ha desatado una persecución de culpables; los castigos políticos se encuentran a la orden del día y las purgas intestinas no cesarán en un buen rato.
La reacción de enfado en el PRI y el PAN ha hecho que sus cúpulas peleen por el poder y que ya se empiecen a notar las nuevas conducciones y la correlación de fuerzas que habrán de redireccionar las pérdidas políticas y sus errores.
La lectura correcta de la realidad política es que las purgas intestinas en el PRI y PAN es una condición obligada en la ruta psíquica de cualquier fuerza política, algunas veces más cruenta que otras, pero infaliblemente ha llegado la hora del castigo y concentración del poder.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.