De locura el manejo de la pandemia, cuya crisis es insospechada y ni pitonisas ni magos pueden marcar tiempos para señalar cuándo existirán condiciones de seguridad para retomar cualquier tipo de tarea en la vida cotidiana.
En el caso concreto del regreso presencial a clases en todos los niveles, la cuestión es tan nítida que no hay que ser brujos para darnos cuenta que 2021 no es el año del regreso, no solo a clases sino a la vida que denominábamos “normal”, que en realidad era una selva donde imperaba la ley del más fuerte, que en términos lógicos no es ninguna ley.
En este trazo crítico de la realidad, lo que sobresale de forma y fondo es que el sistema educativo no está -ni estará en lo perentorio- preparado para brindar educación de calidad a distancia, por el contrario, existe distancia del sistema educativo con la calidad educativa, condición que reconocen desde las autoridades, profesores, estudiantes, padres de familia e incluso los conserjes o cuidadores de las escuelas.
Pero las calamidades nunca vienen solas: durante décadas cuestionamos la calidad educativa del sistema presencial, y ahora que la mierda nos llega al cuello, reconocemos que la educación a distancia es diarrea crónica; es decir, las tareas de la educación presencial eran menores que las del sistema virtual, el cual no sabemos cómo putas se maneja y es más oscuro que adivinar dónde guardó su lana el Chapo Guzmán.
De película y de lotería la educación a distancia en el país, a la que, por si fuera poco, no puede acceder la mayor parte de los estudiantes, porque es un lujo y un abuso de asimetrías económicas y de infraestructura a nivel nacional; en definitiva, estamos meados de perro.
Tanto se cacareó a nivel educativo el valor de las tecnologías y lo único que hemos presenciado es un fracaso rotundo, que nos hace recordar que los mitos de la educación en el proceso de enseñanza-aprendizaje son parte del poder educativo y su reproducción social; es decir, una verdadera quimera del oro al estilo de Chaplin.
De pitonisas y magos, así el tortuoso camino de la educación antes, durante y lo será después de que la pandemia de covid-19 deje de estar presente en México. ¡Salud!
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
