Mientras el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) hace de las suyas concediéndole validez a la reforma estatutaria del PRI -que le permite a Alejandro Moreno y a Carolina Viggiano seguir en el poder-, el Rey de España sigue sorprendido por no haber sido invitado a la toma de posesión de la presidenta Claudia Sheinbaum y el gobernador Julio Menchaca recibe los devaneos y guiños de una oposición extraviada en Hidalgo.
En Hidalgo, el gobernador Julio Menchaca se apresta a renovar los votos de alianza con la presidenta Claudia Sheinbaum. El anuncio de la vía de comunicación del tren AIFA-Pachuca y el plan de saneamiento y renovación hacia energías limpias en Tula, se unen a las reformas con perspectiva de género y humanismo político como bandera del nuevo sexenio.
El primer desencuentro internacional
La exclusión del rey Felipe VI de España de la toma de posesión presidencial de Claudia Sheinbaum, marca, en definitiva, el primer peldaño de la continuidad entre el pensamiento político del presidente saliente, López Obrador, y la estructura de mando de la actual presidenta de México.
A ojos de propios y extraños, México es un país soberano.
A tambor batiente inicia el sexenio de Claudia Sheinbaum con una política exterior que presagia profundos desencuentros con la oposición, que sigue allanado el camino de las protestas desde el Poder Judicial. Los escarceos de la élite económica mexicana que se encuentra más cerca de Estados Unidos y el intervencionismo internacional de España y que durante los días de la toma de posesión de la presidenta Sheinbaum ha amenazado con la especulación económica de las empresas españolas en suelo mexicano.
Tanto científicos como Noam Chomsky, Ariel Dorfman y Armand Mattelart, estos dos últimos escribieron “Para leer al Pato Donald” (Donald Duck), libro que hace una profunda crítica a la sociedad norteamericana y a las estelas del coloniaje intelectual y económico sobre América Latina. Este libro abrió los corrillos de discusiones aleccionadoras sobre el coloniaje intelectual y económico que, después del vasallaje de la colonia española y los imperios europeos sobre la formación de las nacientes repúblicas latinoamericanas, siguen pesando en nuestras culturas y soberanía política desde el uso de un teléfono móvil hasta un tratado de libre comercio.
Es en este escenario, donde intelectuales de la oposición, como Enrique Krauze, tratan de hacer pasar el desencuentro de la exclusión de Felipe VI a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como una impericia del gobierno mexicano en su política exterior. Arrojando la piedra y escondiendo la mano, como si los mexicanos fueran párvulos del imperio y coloniaje español.
Es en esta atmósfera de profunda reacción de la derecha que su extravío político causa estragos.
Se deben empezar a evaluar las reacciones del antiguo régimen que en Hidalgo oscilan como péndulo. Lo mismo van de incitar al nacionalismo recalcitrante con el paseo de trabajadores del Poder Judicial con una mega bandera de México por las calles de Pachuca, acusando a la magistrada Rebeca Aladro de haberle entregado al gobernador Julio Menchaca el Poder Judicial, como si se tratara de una institución del Estado que les pertenece. Los guiños al gobernador Menchaca de los 20 alcaldes de la oposición y de Héctor Chávez del PRD, atizan el fuego contra Morena como partido para crear distanciamiento político con el 4º Piso (quieren dormir a velador).
La agudeza del análisis político debe primar en este escenario en el hecho claro de que la fuerza política de posturas reactivas de la oposición, no cuenta con un proyecto de Estado. Por ende, entre las acciones de Enrique Karuze, Felipe VI y la oposición en Hidalgo, el puente del desconcierto y desorientación política sigue siendo el mismo en la oposición: obstruccionismo político.
Volviendo a Armand Mattelart, en su libro “El imperio de la imaginería”, sobresale el análisis de cómo la imaginería y la cultura visual en nuestra era es capaz de proyectar control político de masas y sobre el consumo del mercado.
¿No será acaso el uso de un símbolo patrio como la bandera de México, un mensaje ambiguo de los trabajadores del Poder Judicial que se manifestaron en Pachuca denostando la actuación política de la magistrada Rebeca Aladro y del gobernador Julio Menchaca, una reminiscencia del entreguismo político de la oposición a las prácticas añejas del imperialismo colonial?
¿No será el guiño de los 20 alcaldes de oposición a Menchaca, un llamado al quiebre de mando del Poder Ejecutivo para crear una arena política sobre su partido Morena?
No es momento para el extravío político.
Mientras tanto, tras bambalinas, las sombras de una oposición azuza e incita a la desobediencia civil y se cierne sobre el Congreso local hacia la bancada de Morena, donde la alianza PRIAN-MC+PT/GU empuja su contraofensiva política que, ahora, se apresta a asestar el mazazo desde el Grupo Universidad.
Por ende, la declaración del gobernador Julio Menchaca sobre que “les va a ir bien a los gobiernos de oposición” que se suman al proyecto de las Rutas de las Transformación y por analogía al 2º Piso del Plan Claudia, debe tener en cuenta que los motivos de la oposición pueden ser sólo servir a las élites económicas y políticas del antiguo régimen, jamás al pueblo; agazapándose en la “civilidad del guiño político” como lo hace el Rey de España, Felipe VI, victimizándose ante las medidas políticas de Claudia Sheinbaum y la soberanía de México.