El gobierno de Omar Fayad está a 15 días de terminar y es cuando aparecen políticos “valientes” que con la espada en la mano se lanzan a cortar cabezas de quienes ya se van, acusándolos de corrupción y de todo lo que se les ocurre para lucir como justicieros y vengadores del pueblo.
El caso más reciente es el del diputado federal por el quinto distrito, CUAUHTÉMOC OCHOA, que sin pruebas acusó de actos de corrupción y enriquecimiento ilícito a Israel Félix Soto, ex secretario de Política Pública del gobierno estatal, y a César Román Mora, secretario de la Contraloría.
Dice el diputado que no demerita el trabajo de los acusados, pero hace notar el cambio que han tenido en sus vidas y habla que tiene fotografías de coches de Israel, señalando que todo se puede dar por la falta de experiencia de los señalados y después habla de un rancho con la prueba de que “la gente lo dice”.
Llama la atención que Ochoa mismo reconoce que sus dichos no son fáciles de comprobar, aunque reflexiona y dice que por la carrera corta que lleva el acusado no le da para esos lujos y se cubre las espaldas al señalar que para darle el cauce legal a sus acusaciones se apoyará en el Congreso local, para que ellos soliciten la investigación de lo que acusa.
Don Cuauhtémoc deja claro que no tiene pruebas y que por lo que ve y oye acusa de actos de corrupción, lo que es no solo temerario sino con las consecuencias lógicas.
¿No sabrá el señor diputado que en este momento se da el proceso de transición en el que, aquí sí, con datos e información se tomarán medidas si hay actos de corrupción? ¿Tendrá conciencia de que con sus suposiciones echa por tierra mucho del trabajo que el equipo del nuevo gobernador lleva a cabo? ¿A quién atiende con sus acusaciones ? Porque es obvio que a la nueva administración no.
RESPONDE ISRAEL FÉLIX
El actual alcalde de Mineral de la Reforma, Israel Félix, ya le respondió al diputado y hace notar que el legislador “hizo señalamientos hacia mi persona LOS CUALES FUERON HECHOS SIN FUNDAMENTO DICHO POR EL PROPIO LEGISLADOR”.
Añade “Señalamientos que niego rotunda y categóricamente ya que son falsos además de irresponsables”.
Y señala las causas “son parte del golpeteo político que este personaje emprenderá en los próximos meses CON INTERESES DE GRUPO Y NO PRECISAMENTE DEL PARTIDO AL CUAL HOY REPRESENTA, además de querer conseguir beneficios políticos que en su círculo cercano ha dicho buscar”.
Y previene a la ciudadanía sobre la guerra sucia que se acerca porque a falta de trabajo político, social y legislativo, lo que les queda a estos personajes es ensuciar la imagen de quien les represente obstáculos para obtener beneficios políticos.
Don Cuauhtémoc se exhibió con acusaciones sin bases ni pruebas, lo que hace suponer causas muy ajenas a la lucha contra la corrupción y, por el contrario, sí a intereses de otra naturaleza.
Israel, por otro lado, le da una repasada y lo exhibe como oportunista y servicial a intereses por lo menos raros y le descubre su jueguito grillo.
Bien dicen que para comer pescado y hablar hay que tener mucho cuidado; que por la boca muere el pez y que más pronto cae un hablador que un cojo.
Fue por lana y salió trasquilado, don Cuau.
