Redacción
Este jueves el Congreso Local se puso candente en la segunda mitad de la sesión, porque en la primera parte prevalecieron las caras con poco ánimo y hasta largas.
La candela se desató cuando el vocerito de Canek Vázquez, Jorge Miguel García (el excelso maestro de Twitter cuyas expresiones rayan en un: “Chamaco pendejo. ANAYA no te. Muerdes la. Lengua” o “Si mierda Anaya madreaste a Moreno Valle y otros candidatos eres mierda”) subió a tribuna para reclamarle a María Luisa Pérez Perusquía sobre la poca información que existe entre los diputados sobre los señalamientos que la Auditoría Superior del Estado hizo al Legislativo.
Cabe resaltar que García leyó muy bien sus hojas, pero es evidente que no entiende nada de lo que dice, pues su “chúper-amigo” (según lo apodan) se ha preocupado por escribirle lo que tiene que decir para abrirle cámara. No puede existir una situación más humillante y de corte virreinal que García y Vázquez.
Pérez Perusquía no se quedó atrás y se paró a defender su trabajo, señalándole a Jorge Miguel García que esas acusaciones se pueden hacer en vía económica y no es necesario hacer una exhibición en tribuna. ¡Bien por doña María Luisa, que por fin la vimos con… mucho valor!
Eso sí, mientras ella hablaba, la “bancada” de MORENA o la corte de Canek Vázquez, conformada por Simey Olvera y Jorge Miguel García, trataba de simular interés y hacía anotaciones. ¡Por favor! Nadie se olvida de los borrachazos del mirrey del Congreso y corte.
Simey Olvera observó a Pérez Perusquía, pero parece que difícilmente logró entender de qué hablaba. Por cierto, debió ser la más interesada en hablar de la violencia política de género, pero llegó tarde a la sesión. Así de revolucionaria es la virtual diputada con cabellito rojo y faltas de ortografía. En otros lados de la geografía hidalguense se le señala y no por violencia política de género, sino por falta de trabajo.
Entonces sube Canek Vázquez al ring y se queja en tribuna. ¡Señoras y señores, el mirrey va a emitir su discurso! Con su peculiar tono, entre la clásica papa en la boca y el pobre intento de ser Beltrones –lo cual es muy gracioso, pero sigue intentándolo-, reclamó airadamente porque se siente “excluido” de la bancada. El diputado plurinominal oportunista se queja porque no lo dejaron sentarse con sus amiguitos. Le urge el buen trato que merece.
Así es el Mario Joaquín del Carrusel… perdón, del Congreso Local: utilizó los recursos del Congreso para reclamar que no lo dejan sentar junto a su corte y que nadie le pasa las cosas a tiempo ni le aplauden cuando dice sus chistes.
María Luisa Pérez Perusquía regresa a tribuna con el visible enojo de una mujer que tiene que reprender al mirrey adolescente que hace berrinche en público y enérgicamente le contesta a Canek Vázquez que haga bien su tarea y revise la página del lugar en el que trabaja.
El diputado mirrey del Congreso, en su papel de Mario Joaquín en Carrusel, se puso a susurrar con sus amiguitos de clases; Jorge Miguel García pone cara de “qué grande es mi mirrey, tan sabio y bien aventurado”, mientras que Simey Olvera se mensajeaba escondiendo su celular bajo la curul para que no vean que no pone atención porque es revolucionariamente burrita.
Así el round de hoy… y los que faltan, pero a ver si el resto de la Legislatura, que sí ha trabajado y no anda aplaudiendo borrachazos, se pone las pilas y contesta como debe de ser.
