De los siete entronizados en el Salón de la Fama este año, sobresale Matías Carrillo García. El sinaloense obtuvo 52 de los 54 votos emitidos por la Asamblea de Elección, siendo la votación más alta para un pelotero.
Sin duda, el nacido en Macapule el 24 de febrero de 1963 es el pelotero mexicano más completo de la historia.
El Coyote tenía todas las herramientas para triunfar: buen brazo, poder y velocidad, y tuvo una breve estancia en las Grandes Ligas, con los Marlines y los Cerveceros, donde jugó 107 partidos.
Debutó en la Liga Mexicana en 1981, con los Petroleros de Poza Rica, y obtuvo el título de novato del año. El ingeniero Alejo Peralta se apresuró a contratarlo para los Tigres, equipo del que se convirtió en símbolo desde 1984 hasta su retiro, en el 2010.
Obtuvo el centro jonronero de la liga en 1993, con 38. También, fue campeón de carreras producidas ese año, con 125. Sus números son espectaculares, ya que superó los 330 cuadrangulares y las mil 500 carreras producidas, además de más de 276 bases robadas. Fue líder de bateo de la Liga en 1996, con .368, aunque tres años después, a pesar de batear .412, fue superado por su compañero Julio Franco.
Por todos los motivos anteriores, la directiva felina retiró su legendario número 24; sin embargo, no contento con eso, Carrillo le dio su noveno título a la escuadra de sus amores como mánager, al derrotar a su odiado rival los Diablos, en solamente cuatro juegos.
Sin duda, su entrada al recinto de los inmortales es más que merecida.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
