Contrasentencias filosóficas

  1. Los dos mundos

–No hay dos mundos –dice Nietzsche.

Nietzsche niega y reniega del mundo ideal, según él sólo este mundo –el que pisamos– es el verdadero, y no el aparente como Platón lo concibió. Los dos mundos, algo que Nietzsche niega y reniega.

–¿Y dónde está la verdad? –pregunta Platón.

La pregunta es engañosa, su planteamiento asume un lugar (dónde). ¿En cuál de los dos mundos? No es el ideal, pero también es un error contestarle a Platón, pues aún afirmando que la verdad está en este mundo aún nos sometemos al concepto de verdad que da sentido a los dos mundos. Pero no hay dos mundos. ¿O sí?

Sí, hay dos mundos; pero no según el platonismo, e.g., que en este mundo están las cosas blancas y sólo en el mundo ideal está la blancura. Siguiendo el anterior ejemplo, no son mundos sino métodos: la ciencia (empírica) para las cosas blancas y la filosofía para la blancura. Y ambas son actividades humanas, por lo que la dicotomía ideal-real reside sólo en el objeto de reflexión, i.e., el objeto de la inducción (ciencias empíricas) y el objeto de la deducción (filosofía).

La verdad –en cuanto tal– es filosófica.

 

  1. La terapia de Wittgenstein

¿Acaso estamos enfermos? Tan sólo hemos preguntado por la verdad, aquella que nos ofrece todas las explicaciones, incluyendo tu terapia.

Crítica al parágrafo 116: Dices que ustedes reconducen las palabras de su empleo metafísico a su empleo cotidiano, pero ¿acaso el empleo metafísico no es un empleo cotidiano? Como sea, en este juego no nos interesan los usos cotidianos de un signo, sino su significado, y el significado filosófico de ‘significado’ es el ser. Es decir, no preguntamos por el significado de ‘?’, sino por ? en cuanto tal (? qua ?).

Al 66: Dices: “No pienses, sino mira”. Estoy mirando, ¿también quieres que mire lo que tú piensas? Recuerda que ‘semejanza’ compone una familia.

Al 92: Los resultados de la filosofía se dan de una vez por todas, y cualquier experiencia futura nos interesará en su momento, es decir, en el futuro.

Al 115: “Una figura nos tuvo cautivos,” como ahora su negación. Sólo te cambiaste los anteojos: la famosa representación perspicua. Otro ideal.

“El dogmatismo en el que tan fácilmente caemos al filosofar.” Exacto.

Al 124 (primera parte): ¿Por qué la filosofía “no debe” interferir con el uso efectivo del lenguaje? Ah sí, lo olvidaba: la enfermedad, los dichosos “calambres mentales”. Pero ¿por qué dices que “sólo puede” describir el lenguaje? Lo filosófico es el propósito, ya que éste caracteriza la naturaleza de la descripción.

Al 124 (segunda parte): “La filosofía deja todo como está” No es cierto. Los usos del lenguaje son alterados por la filosofía, por ejemplo, la filosofía cambió por “tus descripciones”.

La filosofía se mueve en las profundidades de todo, por eso es profunda.

Al 309: El objetivo filosófico: el ser del ente, de cualquier ente. Pero tú sigues proponiendo el silencio, curiosamente hablando.

¡La mosca no puede salir de tu dogma!

Al 133: El descubrimiento real es que no puedes dejar de filosofar. No en este juego.

 

  1. La “muerte de la filosofía”

La filosofía se niega filosóficamente, i.e., la “muerte de la filosofía” es una pretensión filosófica.

A Marx: Los filósofos no sólo han interpretado el mundo, también lo han transformado. Pero recuerda que “la transformación del mundo” es una pretensión filosófica.

A Heidegger: La pregunta por el ser es –únicamente– un disentimiento filosófico.

A los filósofos contingentes (e.g., Rorty y compañía): Dicen que “la filosofía es contingente”. ¿Es ésta una verdad contingente? ¿Y qué tipo de verdad es la respuesta? ¿Una verdad necesaria, o también contingente? ¿Cuándo van a detenerse? Más bien: ¿cuándo van a jugar el juego de lenguaje de la filosofía? De cualquier manera, están jugando (aunque bastante mal, por cierto).

Al conflicto Descartes vs. Wittgenstein: La duda supone certeza, la duda filosófica puede no suponer nada (es una pretensión filosófica). Moraleja: en este juego sí tiene sentido dudar de todo, incluso del cogito ergo sum.

Al Círculo de Viena: Encerraron la filosofía en el lenguaje de hechos, en un mundo del que ella misma es el universo. Sin embargo, para éstos “la verdad” era el Tractatus, ¡una pretensión metafísica!

 

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Por: Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".






EL INDIO FILÓSOFO - Serner Mexica

Filósofo por la UAM, estudió la Maestría en la UNAM y el Doctorado en la Universidad de La Habana. Fue Becario de Investigación en El Colegio de México y de Guionismo en IMCINE. En 2007 obtuvo el Premio Nacional de Dramaturgia EMILIO CARBALLIDO por su obra "Apóstol de la democracia" y en el 2011 el Premio Internacional LATIN HERITAGE FOUNDATION por su tesis doctoral "Terapia wittgensteiniana".