En un año verdaderamente caótico a nivel internacional, el gobierno de México sigue teniendo un piso firme y la figura de Andrés Manuel López Obrador se yergue con solidez, pese a la serie de estrategias -hasta ahora fallidas- de las élites económicas y políticas, que persisten en la intentona de golpe de Estado, o bien, de cobrar una fractura política del proyecto del presidente de la República.
En esta lapidaria realidad, la clase política en oposición al actual gobierno ha navegado al garete, sin lógica y con más vehemencia que estructura política para tratar de contrarrestar la legitimidad y radio de acción política del gobierno morenista, al grado que ha creado desde grupúsculos como FRENAAA, hasta alianzas políticas como “Sí por México”, evidencias palpables de una impotencia política que ha ido creciendo en la medida que no existen triunfos electorales importantes para imponerse como fuerza política en México.
En este trazo, López Obrador sigue contando con el capital político necesario para navegar frente a la marea de adversarios, que no atinan a crear un proyecto alterno al del presidente, cuestión que ha hecho que la ferocidad de los ataques y el lenguaje de los mismos sean más álgidos y vehementes, como el de Lily Téllez o el de Víctor Trujillo “Brozo”, que ahora se da el lujo de insultar al presidente, haciendo gala de una irreverencia y estupidez no vista en los medios.
Sin duda, pese a la conmoción social que esto ha causado en México, las medidas de la presente administración han paliado el temporal y el posicionamiento del país a nivel internacional no se ha ido a pique como cacarea la oposición al gobierno de López Obrador, por lo que no hay bases políticas necesarias como para derribar las acciones emprendidas por el gobierno federal.
El análisis crítico de esta realidad indica que estamos en presencia de una estrategia de choque y ruptura política por parte de la oposición, que ha mezclado el agua con el aceite como lo implica “Sí por México”, realidad que nos alecciona el grado de desesperación que prima en la oposición y evidencia hasta dónde está dispuesta a llegar para tratar de tirar al gobierno.
Sin imaginación política, la oposición a López Obrador se percibe como un párvulo en su primer día de clases, que no atina en despeinar a López Obrador, como el viento a Juárez.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
