“Coma frutas y verduras” era un slogan de las empresas de cereales que hacía referencia a la vida sana, a la nutrición que debía acompañar a los alimentos; ese slogan lo veía todo el mundo y bombardeaba a la gente desde la televisión a toda hora.
Pero, ¿la gente pobre del país puede acceder a estos alimentos y, más aún, a una alimentación nutritiva y balanceada? Claro que no.
Con el alza de precios que se ha disparado desde que las gasolinas no tienen control, las cosas están negras y seguirán negras, nada hace parecer que la renegociación del TLC, o bien, las Reformas Estructurales (de las que ya no se habla ni como anécdota), marcan un sustantivo desánimo en la ciudadanía, pero con singularidad en los sectores desposeídos, donde la miseria es inenarrable pero a nadie parece importarle.
Es innegable que, pese a que nadie lo reconozca, el mercado está más deprimido que puta de remolienda pobre, por lo que nada hace suponer que podremos levantar la vista en mucho tiempo para ver el horizonte; si a ello le sumamos el tiempo electoral, el dispendio de campañas pobres en propuesta y miserables en prospectiva política, las cosas se ponen peor. Todo presagia tormenta, espero que terremotos no, porque basta con lo que ya tenemos.
¿Cómo es posible que en un país petrolero la gasolina nos cueste más cara que en muchos que no producen petróleo? Es verdad que no refinamos la mayor parte de las gasolinas, pero la pregunta es por qué no lo hacemos, ha habido suficiente dinero histórico de la renta petrolera para construir refinerías de primer mundo y esto no ha sucedido, por el contrario, nos encontramos famélicos en la industria de la petroquímica, estamos en pañales y lo que es peor, los pañales que usamos están cagados.
Qué ironía que la gente pobre en sus televisores de barrio o ejido -si es que los tienen o acceden a ellos- puedan ver el maldito slogan de “Coma frutas y verduras”, y lo que es más indignante: que los niños pobres aprecien, diferida por televisión y en directo en su vida diaria, un mundo donde los menos consumen y viven a cuerpo de rey, mientras la mayoría nos cagamos de hambre.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.