Después de que el PRIAN obstruyera la precandidatura de Samuel García ante el temor del impacto en los votos en 2024 y que esto pudiera causar estragos no necesariamente en el resultado de la elección presidencial -que la tiene perdida la alianza opositora-, sino en la conformación del Congreso de la Unión, de los congresos locales, las gubernaturas y alcaldías, Claudia Sheinbaum navega sin adversarios rumbo a convertirse en la primera presidenta de México.
El decrecimiento en la preferencia electoral que experimentaron Xóchitl Gálvez y su alianza durante la fallida incursión de Samuel García, quien estaba construyendo un escenario disruptivo que empoderaba a Movimiento Ciudadano, debilitó la precaria estructura de precampaña de la política hidalguense.
No es una sorpresa que Claudia Sheinbaum navegue sin adversarios. En los hechos, no los tuvo ni en la contienda interna de Morena, donde las ocurrencias de Marcelo Ebrard terminaron por marginarlo no sólo del proceso interno, sino también de la visibilidad ante la sociedad y hoy está a merced de lo que señale la propia Sheinbaum, y lo mismo sucedió con las aspiraciones de Xóchitl Gálvez, quien con bombo y platillo madrugó cualquier intento de “Alito” Moreno y Carolina Viggiano por trazar una candidatura “a modo” en la alianza, que después del fracaso del PRI en el Estado de México dejó claro que el PAN impondría su voluntad.
Por ello es que el proceso electoral de 2024 es uno de los más desangelados en la historia de la alternancia política, porque no hay oposición válida y mucho menos un contrapeso que pueda alterar la composición de las fuerzas políticas en México. La perspectiva lógica de este imaginario es conocer cómo se trazará la ruta de transformación en la que Claudia Sheinbaum es la extensión de poder de Estado de López Obrador.
Las dudas de la ciudadanía no se tratan de quién habrá de ganar la elección presidencial, sino cuáles serán las nuevas prerrogativas sociales en torno a los programas gubernamentales de desarrollo económico y de asistencia ciudadana del gobierno que encabezará Claudia Sheinbaum, que navega y navegará sin adversarios políticos, no sólo en este proceso electoral sino durante su gobierno.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
