La presencia de capitales e inversiones chinas en Hidalgo se presenta como un proceso en pleno crecimiento y, en menos de tres años de la gestión de Julio Menchaca, ya concita una nítida realidad de expansión comercial, cuyos impactos económicos no pueden ser ignorados como fuente de creación de empleos directos e indirectos que, en su inserción económica, se suman al superávit gubernamental.
La actuación del gobernador Menchaca Salazar como gestor de la inversión pública y privada nacional e internacional en Hidalgo ha abierto una ventana de oportunidad de prácticas económicas con una visión institucional sin precedentes, que contrasta con el letargo de las administraciones gubernamentales que lo precedieron, condición que ha creado un clima propicio para la búsqueda de nuevos instrumentos de planeación económica estatal.
Los gobiernos del antiguo régimen en Hidalgo carecieron de una visión integral y global de las vinculaciones económicas que debía presentar la estructura comercial entre lo público y lo privado. En este trazo incongruente se frenaron oportunidades de desarrollo económico y social, lo cual merece un examen crítico de este mayúsculo despropósito que tuvo un carácter abiertamente proteccionista ligado al peso sustantivo de las élites comerciales de la entidad que, en su resistencia y reticencia, se opusieron a la coexistencia globalizada de las transacciones internacionales.
Analíticamente, los vínculos entre las transformaciones políticas se han acompañado, históricamente, de transformaciones económicas, cuyos impactos sociales redireccionan la dinámica social. La postura de la presidenta Sheinbaum Pardo sobre las condiciones de integración con Estados Unidos y Canadá van más allá del acuerdo comercial T-MEC, producto de que se trata de una visión de trazos sociales mayores y de equilibrios políticos sustantivos a nivel internacional.
En este trazo, la Secretaría de Desarrollo Económico de Hidalgo juega un papel clave en la generación de oportunidades “Top”, que encarnan nuevas premisas sobre la participación de la inversión extranjera directa e indirecta. Se trata, en todo momento, de que la gestión pública del gobierno de Julio Menchaca evalúe y redireccione el papel de la planeación y desarrollo económico bajo un marco lógico de nuevas estrategias de proximidad e interlocución económica que ya vive el país.
Los capitales chinos en Hidalgo son sólo el prolegómeno y punta del iceberg de la visión de expansión comercial internacional que debe auspiciar el gobierno estatal. Es pertinente advertir que una de las preocupaciones gubernamentales debe ser la plena capacitación de los recursos humanos y que las universidades públicas y privadas en la entidad juegan un papel clave en esa transformación y perspectivas de desarrollo social.
El énfasis de la gestión del gobernador Menchaca Salazar como gestor de la inversión pública y privada, nacional e internacional en Hidalgo, tampoco debe pasar inadvertida por las fuerzas productivas y comerciales de la entidad, que deben subirse a las nuevas lógicas de las cadenas de valor que propician oportunidades en la división social del trabajo como poder orgánico de las fuerzas y lógicas de la economía de mercado.
Por su parte, el staff directivo empresarial (managerial staffing) debe ampliar la selección hacia un personal altamente calificado que concite con la visión gubernamental en la gestión de la inversión privada, situando nuevos trazos de coordinación económica para Hidalgo y su sociedad.
La conquista de las inversiones chinas de Hidalgo es sólo el inicio de un esquema global, al cual hay que sacarle el jugo de la internacionalización desde el esquema de planeación económica en el gobierno de Julio Menchaca.