Hace 25 años, el director Michael Bay se anotó uno de sus mayores éxitos en su carrera, presentando a los policías Mike Lowery (Will Smith) y Marcus Brunei (Martin Lawrence) combatiendo el crimen en Miami, en la cinta Bad boys.
Ocho años después, el director repitió la exitosa receta y parecía que el asunto había culminado; sin embargo, los guionistas Chris Bemmer y Peter Craighan retomado a los personajes, esta vez, bajo la dirección de Adil El Arbi y Bilall Fallah.
Los años no han pasado en balde: Mike se tiene que teñir la barba y Marcus, tras convertirse en abuelo, está pensando en el retiro. La cosa comienza a complicarse cuando Isabel, la jefa de un cártel mexicano (Kate del Castillo), escapa de prisión y encarga a su hijo Armando (Jacob Scipio) que mate a todos los que la enviaron a la cárcel, incluyendo a Mike, aunque a este lo deja al final, pues tuvo un pasado romántico con él.
Los directores de Black y Passer respetan las convenciones de la saga, pero utilizando estereotipos latinos y, para compensar a la adoradora de la Santa Muerte, émula de la Reina del Sur, han colocado a la esforzada capitana Rita (Paola Nuñez) combatiéndola.
Bad boys forever es, pues, la típica cinta palomera, que da dos horas de acción y, pese a las canas de Smith, ya se anuncia una cuarta parte.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.