Este lunes, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Alicia Bárcena, presentó al presidente Andrés Manuel López Obrador la propuesta de Programa de Desarrollo Integral El Salvador-Guatemala-Honduras-México, aun cuando el problema de la emigración hacia México y Estados Unidos involucra a muchos más países.
Bárcena expuso los ejes principales del programa para que la emigración se convierta en “una opción y no una obligación” en los países de Centroamérica, poniendo al desarrollo en el centro de su propuesta. Para poder hacerlo, invitó a todos los países a sumarse paraconvertir al norte de Centroamérica y sur de México en una de las regiones más prosperas del mundo.
AMLO LLAMA A LA COOPERACIÓN
Sin hacer referencia a la postura del presidente de Estados Unidos, López Obrador señaló que es a través de la cooperación, y no de la represión, como se pueden solucionar los problemas de la migración, precisando que ahora el reto es convencer a Donald Trump de apoyar la iniciativa; mientras que Bárcena enfatizaba en la necesidad de construir cadenas de valor entre México y Centroamérica, de la misma forma que se han creado en el norte del país con Estados Unidos.
Las propuestas
El programa, para avanzar en la integración comercial, propone poner en marcha un sistema de transmisión anticipada de documentos para transporte de carga; la realización única de controles migratorios en países de salida; la creación de un sistema electrónico de misión y envío de certificados fitosanitarios; el registro de unidades de carga con dispositivos de radiofrecuencia y la instalación de cámaras de pasos fronterizos; a la vez, propone integrar las redes de distribución de energía eléctrica y de las comunicaciones.
Bajo el título “Inversiones identificadas en energía e infraestructura”, plantea construir una terminal de gas natural en Puerto Cortés, Honduras; la interconexión del sistema eléctrico mexicano con el centroamericano; mejoramiento de infraestructura fronteriza (950 kilómetros) entre México y Guatemala, interconexión carretera en puente Corozal Betel y la carretera El Naranjo; impulsar la conectividad ferroviaria entre los países del norte de Centroamérica, y realizar la construcción de un gasoducto de 600 kilómetros para unir la infraestructura entre el sur de México y la de América Central (proyecto que no se había propuesto antes).
YA SE HABÍA VISTO ANTES
Sin embargo, algunas de las propuestas México las ha venido impulsando dentro del Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica (PIDMA), con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Recordemos que Vicente Fox, al llegar a la presidencia, propuso el Plan Puebla-Panamá (PPP), que cambió a Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica con Felipe Calderón, convirtiéndose en un mecanismo de integración regional con la participación de México, Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia y República Dominicana, y en el sexenio de Enrique Peña Nieto sobrevivió como instrumento de cooperación.
Si bien, la Red Internacional de Carreteras Mesoamericanas (RICAM) del PPP fue la columna vertebral de este proyecto regional, con el objetivo de construir y modernizar 13,132 kilómetros de carreteras en cinco corredores, construyendo infraestructura para el transporte que acercara las fuentes de materias primas a los mercados y los países de Centroamérica a México, terminó dividiéndose en dos ejes: el económico y el social.
¿PLAGIO?
No es un plagio, pero algunos de los proyectos que propone la CEPAL ya maduraron en el Proyecto Mesoamérica. Para facilitar el paso de mercancías en los puertos fronterizos, se desarrolló el Sistema de Transporte para el “Tránsito Internacional de Mercancías (TIM), la interoperabilidad de Ventanillas Únicas de Comercio Exterior y el apoyo a programas de Operador Económico Autorizado (OEA); con apoyo del BID, se realizaron estudios para la modernización de los pasos fronterizos en el Corredor Pacífico de la RICAM y se creó el Foro Mesoamericano de PYMES.
La Interconexión Eléctrica Mesoamericana está muy avanzada. La interconexión compuesta por la de México y el Sistema de Interconexión Eléctrica para los Países de América Central (SIEPAC), que creó el primer Mercado Eléctrico Regional (MER), y la de Panamá-Colombia, se convirtió en una realidad al concluirse el SIEPAC, proyecto que ha despertado ambiciones en Estados Unidos por ser una línea de transmisión de 1,800 kilómetros que integra los mercados de 6 países de Mesoamérica y la vía para la venta de excedentes de electricidad estadounidenses, a través de la cual se ha desarrollado la “Autopista Mesoamericana de la Información (AMI)”, que integra los servicios de telecomunicaciones con fibra óptica. En el eje social, avanzan los proyectos de salud, medio ambiente, gestión de riesgo, vivienda, seguridad alimentaria y nutrición.
ES MOMENTO DE ESTAR UNIDOS
Más que poner en marcha un programa aislado de América Latina, este puede ser el momento para avanzar en la integración regional del continente, para integrar la infraestructura e incrementar los flujos del comercio, impulsar el crecimiento y desarrollo en América Latina y el Caribe, región hacia la cual México envía sólo 6.5% del total de sus exportaciones. Este es el momento para diseñar una estrategia real de integración, más que dividir los esfuerzos a través de la Alianza Pacífico, pues existen esfuerzos reales como la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA); el Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata (FONPLATA), por ejemplo, los cuales pueden servir para unir al continente en pos del progreso regional y la seguridad para todos.
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.