Este fin de semana, integrantes de la organización “La Jauría de Balú” protestaron a las afueras del Centro de Atención Integral Veterinario de Pachuca por las malas condiciones en las que se encuentran los animales ahí resguardados y por la forma en que funciona.
La presidenta de la asociación, Luisa Jiménez, dio lectura a un pliego petitorio dirigido a las autoridades municipales, en particular al alcalde Sergio Baños, quien después de “levantarse el cuello” al anunciar que este espacio dignificaría la vida de los animales, permitió que terminara operando como una “perrera”, expresó.
En el documento solicitan que las labores del lugar se apeguen a lo que establece el Reglamento Municipal de Tenencia Responsable y a la Ley de Protección y Trato Digno para los Animales del Estado de Hidalgo.
Además, piden fortalecer las redes de apoyo con otros organismos para que nunca más haya en sus jaulas animales enfermos, heridos o agonizando bajo el pretexto de falta de recursos, y reconocer el olvido en el que la presente administración ha tenido al Consejo Municipal de Bienestar Animal.
Asimismo, exigen la transparencia en el uso de los recursos destinados al complejo, entre otros puntos.
Jiménez comentó que alrededor de 600 perros han sido sacrificados en este lugar desde su apertura. En este punto, recordó lo dicho por el encargado Gerson Gómez Espinosa, quien le pidió que dejara de hacer denuncias debido a que, por falta de recursos, los canes deben ser sacrificados a las 72 horas de su ingreso.
Ante este panorama, solicitan que sus demandas sean escuchadas y se actúe en consecuencia, pues hasta el momento el edil no ha dado ninguna respuesta.