Los cambios políticos se suceden en un proceso electoral desprovisto de nuevos argumentos de conducción política en la oposición del antiguo régimen que, después del debate presidencial, comienza a padecer los estragos del debilitamiento de la candidatura de Xóchitl Gálvez.
Los vaivenes en las estrategias de conducción de la campaña electoral en Hidalgo han trazado el camino de las inconsistencias de los protagonistas de la vieja guardia política, que no encuentran cómo relanzar las viejas prácticas electorales con las viejas ideas de golpeteo político que, sin imaginación ni renovación, intentan atacar los “vacíos políticos” de López Obrador, porque atacar “vacíos políticos” en la administración del actual gobernador Julio Menchaca, en medio del compromiso de esplendor gubernamental de las rutas de la transformación, parece misión imposible.
Pero al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
La discusión de forma y fondo en el proceso electoral, no se encuentra en la continuidad de Morena en el poder. Se trata de los trazos de consolidación política para lograr mayoría calificada en el Congreso federal y, con ello, presentar un efecto dominó en los Congresos locales que, en Hidalgo, plantea el reto de depuración política para el partido guinda, el cual, ya no puede permitirse el lujo de la infiltración política y que tendrá que afianzar nuevas lógicas y lealtades probadas.
En este escenario, la preocupación política, que deviene en los vínculos renovados de Morena Hidalgo y el 4º Piso, indica que la mayor complejidad del proceso electoral es asegurar el carro completo, así como incrementar el control de Morena en los ayuntamientos, lo cual, presupone depurar la estructura de operación política que, hasta ahora, no presenta el peso y capital político suficiente en la conducción del proyecto de las rutas de la transformación en Hidalgo.
La correlación que existe entre el “Plan C” de Claudia Sheinbaum y las rutas de la transformación de Julio Menchaca, advierten que existe una “operación política macro” en los planteamientos de dominio y perpetuación en Morena que, como estructura política y de gobierno, sus cuadros dirigentes han comprendido que no se retiene el poder del Estado, sin operar a nivel de la estructura gubernamental y municipal de los estados; condición que aún no controla a plenitud Morena en Hidalgo.
El carro completo es viable, pero las variables que priman en la elección del 2 de junio en favor de Morena Hidalgo, no se deben al peso sustantivo de su presencia política en Hidalgo. Esta es la razón crítica que ha marcado el acercamiento entre Marco Rico y el gobernador Julio Menchaca, ya que el debilitamiento del partido guinda era un mal presagio que exigía depuración y reestructuración política, porque un gobernador fuerte no puede gobernar prohijado por un partido débil.
Las variables de debilitamiento de la oposición, frente al capital político de López Obrador, mantendrán una inercia positiva en los logros de Morena Hidalgo y a nivel nacional. Pero, no puede haber descuidos en este trazo en la continuidad del proyecto de la 4T, por lo que todo indica que Marco Rico recarga baterías para asegurar el carro completo y no el descarrilamiento de vagones semivacíos.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
