En México la ciudadanía está acostumbrada a que los políticos que roban y defraudan queden impunes e inmunes a las sanciones legales de sus tropelías.
Lo podrido del caso es que no habrá poder humano o sobrehumano que haga queEnrique Peña Nieto pague o llegue a purgar un castigo legal por las anomalías públicas cometidas y que van apareciendo conforme se rasca sobre los años gloriosos de su mandato, donde él y sus amigos florecieron.
El culero caso Odebretch, que ha ensuciado la credibilidad de diferentes políticos y gobiernos, precisamente porque robaron y defraudaron, se cierne sobre Emilio Lozoya y sus contubernios con empresarios y el propio Peña Nieto, cuestión que ahora empapa a la familia Lozoya, lo cual denota que el poder no beneficia exclusivamente a los que lo detentan.
Mientras el padre de Emilio Lozoya se infartó, del vástago no se sabe nada, y todo hace suponer que se esconderá hasta que el último de los recursos legales que interpongan sus abogados se haya agotado; de lo contrario, no asomará la cabeza porque no está limpio de polvo y paja, y si duda de la honorabilidad y respetabilidad de la justicia mexicana, es porque la conoce desde el poder.
El cuestionamiento de fondo es: si Emilio Lozoya es atrapado, ¿cantará en contra de Peña Nieto y de quien resulte responsable? La respuesta es obvia: no lo hará.
Será como ha ocurrido con la Casa Real de España, donde a Iñaqui Urdangarin, cuñis del Rey Felipe, lo mandaron por cinco años a la cárcel, y es que alguien tiene que pagar losplatos rotos para que el pueblo se “calme”, por lo que pasarse cinco o seis años en prisión es lo ideal para después salir, disfrutar del dinero que está escondido y así olvidarse de los años en prisión, que por cierto, en México se vive de otra forma para los que tienen dinero y poder.
Emilio Lozoya sabe que no puede cantar, y de hacerlo se expone tanto como su familia a la venganza y represalias del antiguo trono, por lo que calladito y sin chistar, si pisa la cárcel, ahí habrá de quedar.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.